El valle del Manubles, castigado por el granizo
Especialmente afectado está el municipio de Moros. La pérdida de masa forestal y las cenizas del incendio hacen que el terreno no tenga ningún tipo de protección
Calatayud
Una fuerte tormenta asoló ayer el valle del Manubles, en la provincia de Zaragoza, y el granizo se cebó especialmente con el municipio de Moros. Poco antes de las 5 de la tarde de ayer, la tormenta descargaba con fuerza en la zona. Otro municipio que también registró afecciones fue Villalengua.
Hoy, martes, día de valoración de daños en los pueblos más afectados. En el caso de Moros, los daños son visibles en las explotaciones agrícolas y el propio casco urbano. Caminos y acequias han quedado anegados.
El agua entró a borbotones en el barranco de Cocanil y, aunque estiman que entre los 30 y los 40 litros pudieron caer por metro cuadrado en 20 minutos no son demasiados, sí que reconocen que, tras el incendio de Ateca de este verano, no había ningún tipo de contención natural que pudiera frenar la catástrofe.
Terrenos sin protección tras el incendio
Los campos han perdido todo y ven difícil remontar el ánimo entre los vecinos. El alcalde, Manuel Morte, explica que "la poca fruta que quedaba, la que no se quemó en el incendio, se ha perdido" y habla de "resignación, porque contra la naturaleza no hay quien se oponga; es una detrás de otra". Son momentos muy duros en este municipio.
El granizo era de tamaño considerable, explican, pero entienden también que ya llueve sobre mojado, porque "el terreno está sin ningún tipo de protección, la masa forestal ha desaparecido, el monte bajo también", y "entonces cualquier gota de agua que cae, si cae con fuerza, se convierte en torrencial", continúa Morte.
Todavía estudian las afecciones reales de esta gran granizada, que terminó a los pocos minutos.
La tormenta provocó la salida de dos vehículos de la calzanda por el barro y el 'aquaplaning' cuando iban de camino a Ateca. Por suerte, no hubo que lamentar heridos.