Los glaciares pirenaicos podrían desaparecer en 10 años
Las altas temperaturas de este 2022 han provocado la desaparición del 20% de la masa de hielo del glaciar del Aneto
Zaragoza
Los glaciares del Pirineo podrían desaparecer en el 2023 si no se toman medidas. Las altas temperaturas registradas este año producidas por el cambio climático están pegando la estocada final a estas grandes masas de hielo milenarias. Desde los años 80 se han perdido la mitad de los glaciares pirenaicos. El investigador y geógrafo del Instituto Pirenaico de Ecología, Nacho López Moreno, ejemplifica la problemática con la desaparición del glaciar del Aneto. “Entre el año 2011 y el 2020 vimos que había perdido un 20% de su área y en este año, el 2022, también ha perdido un 20% de su área. Unas cifras que hasta ahora no habíamos visto”, ha explicado.
Las altas temperaturas “de récord” registradas este año han convertido este 2022 en “el peor de los registrados desde que se estudian los glaciares”. Si la situación ya era crítica para estos cuerpos de hielo, este año se ha agravado más. El pequeño tamaño de los glaciares pirenaicos no implicaría un cambio sustancial en el ambiente en la cordillera, más allá de una pérdida de “patrimonio paisajístico”. Sin embargo, su desaparición significa mucho más. “Los glaciares son muy sensibles y son una señal de los cambios tan fuertes en los climas y los ambientes de las montañas”, ha continuado López.
Nuevos ibones
La desaparición de los glaciares está provocando la aparición de nuevos ibones. López los califica de “premio de consolación”. En el Aneto, en las últimas décadas, ha aparecido un lago que crece su tamaño a medida que retrocede el hielo. La única forma de alargar la vida de estas masas de hielo sería la reducción de emisiones contaminantes, una solución que López considera que funcionaría "a medio plazo" aunque para los glaciares del Pirineo sería "tarde".
La fecha del fin de los glaciares “se ha ido recortando” por las altas temperaturas, cada vez más duraderas, que se están registrando en los últimos años. López señala que “se han visto obligados a recortar más el tiempo, antes decían 30 años, ahora 20 y después de este verano 10. Y si tenemos dos o tres veranos como este último podemos decir que no tendremos glaciares en el Pirineo antes”.