Los oficios piden relevo: falta personal en construcción o fontanería

Jacetania y Alto Gállego

“En 20 años no se ha formado a suficiente gente y ha llegado el momento en le que no tenemos personal para contratar. Se están perdiendo los oficios”. Este es el sentimiento en el que coinciden los empresarios de sectores como el de la construcción y la fontanería, que reunidos en una tertulia en Radio Jaca-SER Pirineos, lanzaban un mensaje poco halagüeño: “No hay gente y no viene gente que quiera aprender. Es un verdadero problema a corto plazo”, reitera Jesús Ausens, de Ausens Fontanería y Calefacción.

Todos reconocen que los tiempos de atención a los clientes han aumentado. “No podemos atender como nos gustaría al sector y, además, en fontanería, la innovación en nuevos sistemas ha avanzado mucho y no encontramos personal cualificado”, reconoce Alberto Campo, de Instalaciones Campo.

La formación, posible solución para el reciclaje y nuevas incorporaciones

La formación y el reciclaje de los profesionales es otro de los problemas que ponen sobre la mesa. Enrique Lope, que se dedica a cursos de formación especializada, habla del auge de nuevos sistemas como las placas solares, la geotermia o las bombas de calor, “cuyo rendimiento es cuatro veces superior a una caldera de gas”, asegura. Considera que no se están dedicando suficientes esfuerzos al reciclaje de los profesionales o de nuevos trabajadores. “Hay fondos europeos, pero nosotros estamos organizando cursos on line en otras comunidades, no aquí”, explica.

Y como solución, existen ciclos de formación profesional, “pero si siquiera se llenan”, lamentan. Lo han intentado pidiendo a ayuntamientos como el de Jaca o a la Comarca de la Jacetania para que envíen jóvenes sin estudios reglados y formarlos paulatinamente, explica Luis González, de Esporrogón Construcciones.

Es el mensaje que lanzan empresarios de la construcción y la fontanería de zonas como la Jacetania y el Alto Gállego, que añaden a la lista de hándicaps del sector el aumento de los costes y los retrasos por la escasez de materiales. Lo que les sobra, explican, es el trabajo. “Hay mucho, todos los días entran nuevos presupuestos y a alguno le tienes que decir que no. Hay trabajo para regalar”.