“Si queremos que las farmacias continúen en el mundo rural hay que mimarlas”

Las farmacias rurales de la provincia de Huesca siguen con problemas de abastecimiento, pero ya no solo les afecta este problema que es común al resto de establecimientos en todo el territorio, el envejecimiento de la población en el mundo rural, menos ingresos económicos y casi 24 horas al día de guardia, hacen que estos profesionales pidan más atención. María José Julián vicepresidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos en la provincia y farmacéutica rural en la localidad de Sena en los Monegros y explica que “en este momento la situación está ‘regular’ en la provincia hay nueve puntos denominados VEC (Viabilidad Económica Comprometida) a las que hay que ayudar desde la administración para que sigan subsistiendo”

Sin embargo la pandemia también ha puesto el foco en estos establecimientos rurales más esenciales que nunca. Porque aparte del papel sanitario no hay que olvidar el papel social que llevan a cabo en los pueblos más pequeños.

Para poder resistir, explica la farmacéutica, la administración tendría que facilitar y remunerar tareas que estos profesionales podrían llevar a cabo como atención farmacéutica domiciliaria, cribados etc. “Daríamos servicio- añade- se descongestionaría el sistema sanitario y se ahorrarían dinero”

Por otro lado se sigue y cada vez más, con el desabastecimiento en medicamentos además muy necesarios ‘es un problema para nosotros y para los médicos y hay que hacer encaje de bolillos para que el paciente no se quede desasistido’

Lo que está claro es que las farmacias rurales, los botiquines que dan servicios en otros pueblos más pequeños, se convierte en un servicio más que esencial. Aunque en ocasiones como en los desplazamientos en los botiquines, el servicio salga más caro, con el precio actual de la gasolina.