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Cinco años de la recuperación de los bienes de Sijena

Sijena Sí denuncia que las autoridades catalanas sigan haciendo creer a la ciudadanía que sus museos han sufrido un expolio

Las piezas de Sijena regresaron hace cinco años al monasterio

Huesca

El 11 de diciembre de 2017 es una fecha que seguirán recordando los monegrinos y aragoneses que lucharon por el regreso de los bienes de Sijena a su origen tras largos años de litigios. Aunque la orden judicial fue de julio, incumplida por los consejeros de cultura catalanes, no fue hasta final de año cuando llegaron las piezas. En mayo de 2021 el Tribunal Supremo corroboró la sentencia y zanjaba así esta cuestión.

Desde la Plataforma Sijena Sí denuncian que las autoridades catalanes siguen “poniendo el dedo en la llaga intentando hacer creer a la ciudadanía que sus museos han sufrido un expolio”. Critican la exposición del Museo de Lérida para conmemorar este aniversario bajo el título “Expolio” y en la que se muestran obras con nombres tan provocativos como “San Martín secuestrado”, “Ruptura”, “Lérida ultrajada”, “La aberración”, “El complot”, “Expectación-Indignación”; “Virgen del expolio” o “Logo del Museo de Lleida llorando”.

Consideran que “es indignante que las mentiras desenmascaradas en tantos tribunales y convertidas ahora en auténticas fake news tengan espacio en un museo de titularidad eclesiástica y pública con el único objetivo de seguir fomentando el odio, el rencor y la división entre comunidades hermanas. Lo vienen haciendo desde hace décadas reescribiendo la historia según sus intereses políticos y elaborando falsos mitos que sus medios repiten sin cesar”.

Recuerdan que las pinturas murales de la sala capitular de Sijena siguen esperando la sentencia definitiva del Tribunal Supremo “para volver a casa”, les gustaría que pudiera ser en 2023, cuando se cumple el centenario de la declaración de Sijena como monumento nacional. Aunque de momento los tribunales admitieron los recursos de la Generalitat contra la devolución de las pinturas y a los técnicos aragoneses se les prohibió la entrada en el museo ilerdense.