“No puedo encender la calefacción porque no puedo pagar la factura”

Zaragoza

Una de cada diez familias está encabezada por un solo miembro, la mayor parte mujeres. La inflación, los costes de la energía y la merma del poder adquisitivo ahoga a los hogares aragoneses con una sola fuente de ingresos. “Son familias que ya estaban en una situación comprometida. Por eso, los precios al alza la empeoran todavía más”, dice Diana Pérez de la Fundación Amasol, que pide una mayor cobertura del carné de familia monoparental.

La realidad que viven es compleja. Encontrar un trabajo que les permita conciliar el cuidado de sus hijos es difícil. Terminan con empleos con jornadas parciales o precarios, lo que perpetúa la situación de pobreza. “Debemos reivindicar más derechos para las familias monoparentales”. Amasol, a través del programa 'Nadie atrás', ha incrementado la cobertura de necesidades básicas como alimentación, transporte público o material escolar hasta llegar a las 80 familias atendidas.

Datos tras los que hay familias como la de Nawal. En su casa han dejado de entrar alimentos como el pescado. La carne se compra a cuentagotas. Vive sola con su hijo de cinco años y sobreviven con un subsidio de 460 euros de los que 280 se van ya en la hipoteca. Han tenido que ajustar al máximo, solo los gastos de vivienda y alimentación. Comprar ropa es prohibitivo. El incremento de la cesta básica de la compra no deja margen a un solo capricho para el pequeño.

Afortunadamente, el niño cuenta con una beca de comedor que le permite llevar una alimentación equilibrada. Además, lleva meses recibiendo la ayuda de la Fundación Amasol a la espera de una pensión para alimentos que hace meses que no llega. De hecho, ha tenido que dejar varios trabajos porque su hijo se ha puesto enfermo y no podía acudir al colegio.