Nochevieja en la residencia: cuando el final de año acerca otros finales
Por fin sin covid, en estas casas de mayores el día 31 se vive de una forma especial

Nochevieja en la residencia: cuando el final de año acerca otros finales - A Vivir Aragón (31/12/2022)
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Zaragoza
En la residencia pública Elías Martinez Santiago, en el barrio de La Paz de Zaragoza, todavía huele a Navidad. Con decoración al uso y hasta un rastrillo en el vestíbulo repleto de objetos hechos a mano con motivos de estas fechas, este hogar de ancianos huele a villancico y sabe a calendario especial. No son días cualquiera. Se nota en la sala que hace de peluquería, a tope de señoras cubriéndose canas y en el trajín de los pasillos, con más familiares que habitualmente. Aunque en la Navidad, como en el resto de las fiestas, cada uno cuenta su historia según le va.
Bernarda y Antonio
Bernarda tiene 90 años, lleva las uñas largas, perfectamente arregladas y pintadas de coral, y no ha perdido la cuenta de las Nocheviejas vividas. Antonio está cerca de 80, pero este 31 de diciembre lo pilla peor de ánimo. Su mujer anda flaqueando de salud y esto le tiene preocupado. ¿Cómo acabas el año? le preguntamos a los dos y él responde compungido y pensando en ella. "A ver si el año que viene está un poco mejor" dice en clave de deseo. "Bien, contesta Bernarda, que cuenta que esta noche la pasará con sus familiares, con todos y qué más puedo pedir".
En torno a esa mesa camilla, Bernarda y Antonio están bien acompañados. María es psicóloga, Belén, trabajadora social y Maria Angeles, ejerce de terapeuta ocupacional. Todas trabajan en la Elías Martinez y se conocen cada cara y cada historia. "Días como este, de final de año -explica María- es importante no instalarse solo en los recuerdos sino pensar también en el futuro" .
Pero resulta difícil cuando se acumulan los años y uno sabe que la historia siempre será más larga hacia detrás que hacia adelante. "Es importante -añade Mari Ángeles- mantenerse ocupado" y relata todos los talleres y actividades que han hecho estos días en la residencia. Bernarda se apunta a todos, señala Belén. Y nos lo creemos cuando la aludida nos cuenta que "me encanta bailar".
El fin de año también es momento de lanzar deseos al aire, pero Antonio, que fue conductor de camión y hasta de autobús, se acuerda antes del que no pudo cumplir: "mi ilusión eran las motos grandes, pero ya no podré cumplirla". "Mi deseo -añade Bernarda- es que estemos todos" y con esa sabiduría de lo esencial sonríe melancólica.
En las residencias, esos hogares donde se vive y espera un final que por tiempo resulta más cercano, los días y los años no pasan igual para todos. A nadie se le detiene el tiempo, pero no todos lo sienten pasar tan deprisa.
Esta Navidad y esta Nochevieja, en esta y otras residencias han recuperado los abrazos y el contacto gracias al relajo del covid. Son fundamentales siempre, pero más necesarios todavía en estas fechas. Ahora apenas quedan las mascarillas que llevan las trabajadoras como recuerdo de la etapa pandémica. Hoy acabará el 2022 y en unas horas empezará el 2023, otro año más para dar gracias por la vida.




