La Aljafería, de ruina a palacio y Parlamento
25 años de una restauración
El entonces príncipe de Asturias puso la primera piedra de los trabajos de la Aljafería
Zaragoza
Hoy se cierran muchos círculos concéntricos. Un día como este, pero de mayo y de 1986, el ahora Rey, entonces sólo príncipe, Felipe VI ponía la primera piedra de los trabajos de una restauración que hoy cumple un cuarto de siglo. Estaba el heredero cumpliendo con su formación en la Academia General Militar de Zaragoza y aprovechando la situación fue invitado a este acto protocolario y cargado de intenciones y de futuro.
Aprovechó también para firmar en el Libro de Oro, y 25 años después, hoy volverá a hacerlo. La suya es la única firma que se ha estampado en esas páginas. También fue la primera Medalla de Oro de la institución, una distinción que cada 23 de abril se renueva con los aragoneses más ilustres.
El Palacio de La Aljafería antes de la restauración / Cortes de Aragón
El Palacio de La Aljafería antes de la restauración / Cortes de Aragón
Hoy, el ya Rey vuelve a un palacio que no es el suyo, pero sí el de todos, por ser la sede de nuestro Parlamento. Y en el patio de San Martín donde colocó aquella primera piedra, será recibido por los 67 diputados aragoneses, los casi 200 trabajadores de la institución y por los arquitectos responsables de su restauración, Mariano Pemán y Luis Franco.
El Palacio de La Aljafería, antes de la restauración / Cortes de Aragón
El Palacio de La Aljafería, antes de la restauración / Cortes de Aragón
La Aljafería, joya arquitectónica de nuestro patrimonio y atractivo turístico de la capital aragonesa, luce radiante y desde hace ya 40 años, también cumple ahora este aniversario, es la sede de las Cortes de Aragón.
De cuarteles y reuniones secretas
Pero no siempre fue así. En el siglo pasado, una reunión secreta de altos mandatarios de entonces quiso convertirlo en sede militar, de la que sería, pero no allí, la futura Academia General Militar, pero aquello no prosperó.
"Tenemos que agradecer esa decisión -dice Javier Sada, presidente actual de las Cortes- al alcalde de entonces Ramón Sainz de Varanda y el que fuera primer presidente del Parlamento, Antonio Embid". Así lo ha contado en La Rebotica, de Radio Zaragoza.
En los años 80, el edificio de La Aljafería se incluyó en la llamada operación Cuarteles, por la que el Ayuntamiento de Zaragoza asumió infraestructuras militares como equipamiento municipal, algo que cambió con la aprobación del Estatuto de Autonomía, que convirtió el palacio en sede del primer parlamento aragonés y los que vendrían después.
El Palacio de La Aljafería antes de la restauración / Cortes de Aragón
El Palacio de La Aljafería antes de la restauración / Cortes de Aragón
La restauración de La Aljafería, "muy mal conservado, fue muy compleja y difícil" explica Sada. Hoy, 25 años más tarde, se celebra la historia de un éxito que va más allá de las cuatro paredes de un edificio por muy emblemático y joya arquitectónica que sea.
Sus cimientos fueron también los de la autonomía y el autogobierno, y lo que allí se fraguó después, fue cuna de pactos y acuerdos. Por eso, en el acto de hoy no faltará un convite muy aragonés, con vinos de la tierra y hasta cerveza elaborada con las flores de azahar de los naranjos del patio de las Cortes. Con razón le llaman a este palacio, el de la alegría.
