El centro social Luis Buñuel se prepara para evitar el desalojo
Varios miles de personas marcharon desde la plaza de Santo Domingo, donde se sitúa el Luis Buñuel, hasta la plaza del Pilar
La concentración en contra del desalojo reunió a varios miles de personas // PEDRO GÓMEZ
Zaragoza
Este lunes es el día en el que el Ayuntamiento de Zaragoza requiere el desalojo del centro social comunitario Luis Buñuel. Esta semana, los 40 colectivos que participan en el centro han realizado numerosas concentraciones en contra de este requerimiento del Consistorio.
La concentración más numerosa se dio ayer sábado en la que varios miles de personas marcharon desde la plaza de Santo Domingo, donde se sitúa el Luis Buñuel, hasta la plaza del Pilar. El pasado viernes, la Asociación que gestionaba el centro entregó al Ayuntamiento las llaves de este antiguo instituto. Sin embargo, los 40 colectivos que participan activamente en el centro se mantienen en el centro a la espera de mañana, que también llega cargado de movilizaciones.
Su modelo es la autogestión
La Asociación Luis Buñuel gestionaba este centro desde que se les cedió en 2018. Desde entonces afirman que más de 300.000 personas han participado en las más de 500 actividades que han sido realizadas en este antiguo instituto. Su modelo, la autogestión y la participación ciudadana.
Carlota Aranda participa de forma activa en el centro y explica que el Luis Buñuel “nace de la necesidad del barrio de tener un sitio de encuentro y donde poder realizar sus actividades”. El órgano que gestiona el centro es la asamblea que “es semanal y abierta a todo el mundo”.
El modelo sustitutorio que propone el Ayuntamiento de Zaragoza para el Centro Social Comunitario es el centro cívico. Aranda considera que esta fórmula “no llegaría a toda la ciudadanía” porque “las actividades estarían impuestas desde arriba y no se escucharían las necesidades reales del barrio”.
"Si salimos del Luis Buñuel tendremos que hacer los bailes en la calle"
Una de las actividades que se realizan cada semana es el baile en línea para personas mayores. El profesor que da las clases, Francisco de Miguel, explica que “vienen cada martes hora y media a bailar unas 60 personas”. De Miguel, ante el desalojo, lamenta que “si salen del Buñuel tendrán que hacer sus bailes en la calle”.
El centro también ayudó a refugiados ucranianos cuando comenzó la guerra, Oksana Bosnia fue recibida con las manos abiertas y explica que “recibió ropa, meriendas y clases de castellano para niños”.
Otra de sus acciones más potentes es el reparto de comida caliente cada fin de semana para personas vulnerables. “Si son de la calle, les damos la comida en en tuppers de plástico y si tienen casa traen su olla. Hay mucha gente mayor que ahora viene que no llega a fin de mes y muchos jóvenes que no tienen trabajo”, explica María Zambrano, coordinadora de este proyecto que se llama la olla comunitaria.