Aragón aprueba la nueva Ley de Universidades pero espera más financiación del Estado
La nueva Ley de Universidades, la LOSU, fue aprobada este jueves en el Congreso de los Diputados
Imagen de una de las salas de estudio de la Universidad de Zaragoza
Zaragoza
Aragón mira a la nueva Ley de Universidades, la LOSU, como una oportunidad para poner topes en el precio de los grados y terminar con la temporalidad. La principal preocupación, eso sí, está en los más de dos millones de euros anuales de desajuste en la financiación universitaria cuando entre en vigor la nueva norma.
Sin embargo, la consejera de Universidad, Maru Diaz, solicita más fondos para alcanzar con el objetivo marcado por la Ley. Aun así, se muestra esperanzada. “Creemos que este salto que nos falta lo transfiera el estado y que se revisen los fondos”, ha continuado. Díaz es optimista y cree que “la vocación del Ministerio de Universidades es hacerlo así”.
La nueva Ley fija unos topes en el precio de los grados. Maru Díaz va más allá y dice que su prioridad es que los grados universitarios sean gratuitos. También tuvo palabras para otro de los puntos de esta ley, el que permite debatir temas de actualidad a los claustros universitarios, que generó mucha polémica entre los grupos de derecha y de izquierda. “Hay que sospechar de aquellos que dicen que hay que sacar la ideología fuera de los puestos de trabajo”, ha añadido.
Desde la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), con sedes en Calatayud, Caspe y Ejea, se muestra muy satisfecha con la nueva Ley de Universidades.
Es más, consideran que, si cumplen con lo acordado, supondría un "revulsivo" en sus cuentas. Ya que, según el vicerrector de personal docente de la UNED Miguel Miguéns, con la financiación de la anterior ley no cubren los gastos de plantilla. “Creemos que con la LOSU se da un paso importante porque se nos equipara en financiación con el resto de las universidades públicas”, ha explicado.
Los sindicatos celebran los avances de la nueva ley de Universidad, pero denuncian que la norma entra en contradicciones en aspectos como la contratación indefinida y la limitación de la temporalidad.
La LOSU ataja dos de los problemas laborales, la temporalidad y la renovación de las plantillas. El ejemplo más claro, dice Mara González de CCOO, es la figura del profesor asociado que “era la figura más precaria” y que regresa a la idea de que este profesor “es un colaborador externo”.