La exposición Signos destaca la importancia de la fiesta y música altoaragonesa
La muestra se abre este martes en la sede de la DPH, y el miércoles en las sedes diocesanas de Barbastro y Jaca y en el salón del Tanto Monta de Huesca

Presentación de la exposición Signos.

Huesca
Doscientas piezas de distinta naturaleza, forma y procedencia han sido seleccionadas para poner en valor el protagonismo que tuvieron en la provincia las celebraciones. Esta es la cuarta entrega de Signos, que se centra en el patrimonio de la música y la fiesta altoaragonesa entre los siglos XII y XVIII.
Se trata de un proyecto ambicioso que refleja la riqueza y diversidad cultural de la provincia en lo referente a ritos, celebraciones y fiestas. Para Maribel de Pablo, la diputada de Cultura de la DPH, se trata de un "patrimonio material e inmaterial que forma parte de nuestra historia y sigue vertebrando el territorio".
Este amplio conjunto patrimonial se divide en cuatro subexposiciones, una en la sala de la DPH y tres en las sedes diocesanas de Barbastro, Jaca y Huesca. Se han organizado todas siguiendo criterios de proximidad y, para de Pablo, es una "oportunidad única para ver reunida tanta riqueza que habitualmetne está desperdigada". La exposición traslada también la necesidad de preservar el patrimonio, con un esfuerzo de la Diputación, que ha restaurado el 10% de las piezas "para que lleguen a futuras generaciones".
Elementos diversos para un patrimonio plural
Como ha explicado la comisaria de la muestra, Carmen Morte, este proyecto comienza en 2018 con el objetivo de recordar que "la fiesta configura los signos más destacados de un municipio, un colectivo o un grupo". Además, "esta tiene diversos lenguajes, sin importar que sea profana o religiosa", por lo que la exposición ha querido contar con elementos tan diversos como tallas, instrumentos musicales o vídeos.
Morte también ha explicado los cambios que se han producido desde que Signos echó a andar, hace ya 30 años: "El concepto de patrimonio ha cambiado mucho, ya no todo se valora por criterios estéticos o de antigüedad". En la actualidad se le tiene estima igualmente a elementos materiales como inmateriales, y ha puesto de ejemplo la fiesta de las Fallas del Pirineo, que la UNESCO reconoce como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Mirando las estaciones y el calendario
El discurso expositivo de la muestra lo guían los ciclos anuales -invierno, primavera, verano y otoño- y las festividades del calendario litúrgico. Casi sesenta municipios de las tres diócesis están representadas, algo que han querido agradecer desde la organización de la exposición.
Todas estas manifestaciones festivas, con carácter colectivo y popular, además de recordar la devoción mantienen vivio el contacto entre los miembros de una comunidad. Se genera un disfrute lúdico y sensitivo con colores, estandartes, indumentarias, música o dances, todo ello maridado con viandas o bebidas. Un ejemplo que recoge la muestra de la DPH es la del carnaval más internacional de la provincia, el de Bielsa. Sendos vídeos dan protagonismo a las trangas y las madamas, personajes simbólicos de una de las fechas más señaladas en el calendario de celebraciones.




