El proyecto "Camino Siglo XXI" quiere potenciar el peregrinaje en Aragón
En aragón busca aumentar el número de peregrinos que elige Aragón para tener una fuente de turismo sostenible y más desestacionalizado
Presentación de Camino Siglo XXI en Huesca.
Huesca
"Nieve hay en muchos sitios, pero camino de Santiago no en todos". Con esta frase resumía Miguel Pérez, presidente del camino francés, la oportunidad que puede representar a nivel turístico y de desarrollo rural. Pérez define "Camino Siglo XXI" como "un proyecto importante, innovador -de ahí el Siglo XXI-, pero innovador sin perder las esencias ya que si algo es el Camino de Santiago es singularidad y esencia".
La idea en la provincia es atraer a cada vez más peregrinos de los muchos que hacen el camino francés, pero que empiezan en la zona más cercana a Navarra, para lo que se va a desarrollar el Centro de Acogida e información de Canfranc. El proyecto, que ha unido asociaciones amigas del Camino de Santiago de toda la geografía española, busca mejorar la atención a los peregrinos, acompañarlos y ofrecerles facilidades ajustadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Víctor López, gerente de Sargantana, explica que son "17 acciones muy variadas porque pretendemos que estas acciones redunden en la acogida del peregrino en su país de origen y en España, donde le vamos a hacer la vida más fácil para subirlo al norte".
Precisamente Sargantana es una de las asociaciones que lleva años trabajando por el camino de Santiago. Lo consideran un patrimonio que hay que proteger. En ello coinciden con Fernando Sánchez, alcalde de Canfranc y diputado de la Diputación Provincial de Huesca, quien destaca que "ha formado parte de nuestro pasado, forma parte de nuestro presente y queremos que forme parte de nuestro futuro". Añadía que "proyectos como este consolidan el Camino de Santiago Francés que es el que pasa por Aragón".
Un proyecto de hasta 17 acciones que, en nuestro territorio, buscará que la cifra de los 3.000 peregrinos que hacen el camino francés por Aragón se acerque a los 70.000 que lo hacen por Saint-Jean-Pied-de-Port. Se trata de un número que, además, han conseguido en la última década gracias a un trabajo orientado a la sostenibilidad.
