Con estas tres palabras transmitía su sentir el que ya es presidente de la Diputación Provincial de Huesca. Los trece votos a favor de los populares y los 12 en blanco, con los que los socialistas «tendían su mano para colaborar», le otorgaban el bastón de mando al montisonense, que promete trabajar para todos los altoaragoneses «con un planteamiento estratégico y pueblo a pueblo». Claver ha destacado en su discurso que «esta es y va a ser su administración, su diputación, su casa. La casa de todos los altoaragoneses». El también alcalde de Monzón tiene claro que su trabajo irá «desde una perspectiva local pensando en lo global». Con los «225.416 motivos para creer y trabajar» -en referencia a los habitantes altoaragoneses- y los «202 nombres propios para dar voz y atender» -uno por cada municipio-, Claver nos emplaza a la semana que viene, que será cuando en pleno extraordinario dé a conocer su equipo de gobierno. De momento, no ha entrado en demasiados detalles pero promete muchísimo trabajo. El presidente de la DPH quiere una provincia «que suene con fuerza, ilusione y proyecte al exterior la magia de nuestro interior». Aunque no ha querido entrar en demasiados detalles sobre sus principales líneas de trabajo, prometía poner énfasis en la lucha contra la despoblación, la mejora de las comunicaciones y a toda la actividad económica. Por su parte el portavoz socialista en la institución, Antonio Biescas, insistía en ofrecer su colaboración a los populares «ante cualquier agravio que pueda sufrir el territorio». Desde la bancada del PSOE destacaban la normalidad y respeto con el que estaban transcurriendo los encuentros para el traspaso de poderes. Igualmente, recordaban la importancia de la Diputación Provincial, que representa «la más firme defensa del municipalismo» en una provincia en la que, decía Biescas, de los 202 municipios solo una treintena tiene más de 1.000 habitantes y 7, más de 5.000. Todo ello en una toma de posesión llena de emotividad, en la que Isaac Claver ha recordado a algunos la identidad del Alto Aragón, a algunos ilustres altoaragoneses y que terminaba con la siguiente frase «¡Muchas gracias y Viva el Alto Aragón!»