Las otras elecciones: vocales sin vacaciones, votantes convencidos y carretillos de voto por correo
Los comicios veraniegos de este 23 de julio ofrecen estampas habituales en una jornada de votación, pero también detalles llamativos en el trajín de voluntarios, funcionarios y ciudadanos que quieren dar su apoyo a los candidatos
Zaragoza
"Muy importante: comprobáis el DNI de la persona y también que sólo haya un sobre blanco y otro sepia". Hay que fijar contenidos en los minutos previos a abrir los colegios electorales, así lo hacía una funcionaria esta mañana en una de las mesas en las que la presidenta se ha presentado descansada a medias: "he tenido que volver de vacaciones. Presenté ya un recurso, pero aquí estoy y no en Alicante", relataba con gesto de circunstancias. Ya con decenas de apoderados calentando por los pasillos, con sus carpetas listas para abanicarse contra el 80% de humedad de la mañana, aparece el cartero. Y viene con carretillo y tres cajas. "¿Ese es el voto por correo?"- Le pregunta una funcionaria, a lo que el cartero asiente y trata de abrirse paso para depositar más votos que nunca en una sala contigua.
El reloj marca las nueve y, en ese momento, desde la organización salen a la escalinata de la facultad de Económicas. Allí aguardan un par de decenas de vecinos del barrio, en su mayoría pensionistas, que además aparecen con sus candidatos ya ensobrados desde casa. Suben ordenadamente ante la mirada de dos policías nacionales, que hacen lo que pueden para evitar el calor, aún más pegajoso con los chalecos antibalas.
La maquinaria se pone en funcionamiento con gente que dice tener claro su voto desde hace tiempo para "el momento más importante de los últimos 20 años", confiesa una ciudadana. Incluso es posible encontrar a algún joven que asegura: "Me he leído los programas de los partidos y he decidido. Lo hago siempre y luego cambio mi voto según me interese. La gente suele votar al mismo partido, se presente quien se presente y sea cual sea el candidato". Y eso que, a la vez, ha tenido que interrumpir sus vacaciones para asistir como vocal suplente. Otro ciudadano, en esta misma situación, menos resignado sentencia: "He tenido que hacerme 400 kilómetros en coche para nada, ahora otros 400 y con los niños esperándome en la playa. Esto de las mesas electorales debería replantearse y ser voluntario".