El comercio sale a la calle en Jaca para poner en valor la empresa local

La Asociación de Empresas de la Jacetania celebra hasta el sábado 26 de agosto una nueva edición de la “Fiesta del Comercio en la Calle”, un evento que se celebra prácticamente desde la propia fundación de la asociación, hace ya 16 años. Cerca de 50 comercios participan lo que desde la Asociación se valora de forma muy positiva pues supone un incremento respecto a anteriores ediciones. Las paradas de los comerciantes se extenderán fundamentalmente a lo largo del casco histórico de Jaca y en las plazas San Pedro, Catedral, Cortes de Aragón, Biscós y Ripa; y las avenidas Regimiento Galicia, Primer Viernes de Mayo, Escuela Militar de Montaña, Francia y Jacetania. Daniel Cruz, director comercial de ACOMSEJA destaca que “este año participan muchos más asociados, lo que significa que hay mayores ganas de colaboración y esto es consecuencia de un clima general de optimismo en el sector”.

Desde la asociación se recuerda que la “Fiesta del Comercio en la Calle” es una actividad que es posible gracias al acuerdo de colaboración entre ACOMSEJA y el Ayuntamiento de Jaca, y por ello siempre es necesario que los asociados se inscriban previamente para determinar el espacio público que será ocupado. Solo los que han cumplimentado este proceso pueden salir con sus expositores a la calle.

Marian Bandrés, presidenta de ACOMSEJA, explica que la Fiesta del Comercio en la Calle es el remate “a una campaña de verano que, en general, está siendo positiva. Al estrechar la relación entre el comerciante y el cliente, y hacerlo en unas fechas en las que la ciudad ofrece un aspecto espléndido, logramos dar mayor visibilidad y reconocimiento al comercio local. Es una manera de que tanto los jaqueses como los visitantes comprueben la enorme calidad de nuestro tejido comercial”.

Los principales sectores que participan en estas dos jornadas son los de ropa, calzado, complementos y decoración, aunque se han sumado otros muchos con diferentes productos y servicios. La Fiesta no solo sirve para impulsar el comercio local coincidiendo con los últimos días de verano sino que también se ha convertido en un acontecimiento de carácter social. Para Marian Bandrés, este evento “trae animación a las calles, mide el pulso de la ciudad, sirve para proyectar su imagen en el exterior y ofrece visibilidad a los comercios locales”. Los comerciantes exponen sus productos en plena calle, estableciendo sus puestos delante de la fachada de su negocio, para no interferir con otros comercios.