Aragón revisa su modelo de turismo: las olas de calor y las redes sociales modifican la demanda
El sector ha detectado un descenso con respecto al año anterior, baja la ocupación por el coste de la vida y cambian las preferencias
Zaragoza
Los alojamientos no hoteleros, como los apartamentos, el turismo rural, los cámpines y los albergues, cayeron un 3,3% en el mes de julio en Aragón. Un dato que está un punto por encima de la media nacional. Las dos principales causas las explica Manuel Blasco, consejero de Medio Ambiente y Turismo en Hoy por Hoy Aragón, "la gente tiene menos dinero, constante fruto de la inflación y me han subido los precios de todo, la gasolina, la comida, la luz de casa..." pero además, "la gente ha acortado el período vacacional, si antes pensaba tener 10 días, ahora cojo 6 y no puedo más".
De momento, y hasta que este lunes conozcamos los datos de agosto, las pernoctaciones en este mes de julio fueron más de 520.000, 17.000 menos que el año pasado. Aunque el número de viajeros que visitaron nuestra comunidad aumentaron un punto. Y es que el consejero reconoce que se podría haber vendido mejor la imagen de Aragón al exterior.
A pesar de tener peores datos que el año anterior, Blasco califica la temporada como "buena".
Buscando temperaturas bajas
Teruel capital ha sido uno de los grandes motores de atracción de visitantes a lo largo de este verano. Sin embargo, el turismo actual busca unas bajas temperaturas que llegan a encontrar en distintos puntos de la provincia. Un ejemplo de ello es la Sierra de Albarracín. Concretamente en Bronchales donde los empresarios turísticos han notado un incremento de visitantes que ha hecho rozar el 100% de ocupación. El gerente del Camping Las Corralizas asegura que las temperaturas siempre han sido muy agradables, "también Las Corralizas se encuentra a 1.700 metros de altitud, y luego también tenemos mucha sombra de tal forma que el terreno por el día no se ha calentado".
Algo similar ocurre en Alcalá de la Selva, donde la población asciende de 380 hasta 7.000 durante la época estival. Es decir, 20 personas más por cada habitante. Amparo Atienza la alcaldesa del municipio reconoce este incremento, "se refuerza todo lo que es el ayuntamiento, oficina de turismo, ayuda a domicilio porque es cierto que hay mucha gente que se queda todo el año".
Lugares marcados por las bajas temperaturas durante las noches que cada año reciben más visitas.
El Pirineo cambia el modelo
Reservas de última hora, la influencia de las redes sociales o turistas que gastan menos son algunos de los nuevos ingredientes de un cambio en el modelo turístico que se ha notado este verano en el Pirineo aragonés. El presidente de la Asociación de Hostelería y Turismo de la provincia de Huesca, Carmelo Bosque, hace un buen balance del verano, y llama a la adaptación para ofrecer experiencias de calidad, porque los reclamos han cambiado.
Bosque pone de la fuerza que tienen las redes sociales, "una chica salió en Instagram con su pareja, nadando, saltando en unas aguas azules y se ve que luego había cola todos los días para ir a ese espacio".
En el Pirineo, los agentes del sector hablan de gran afluencia. Hablan de las olas de calor como un nuevo reclamo turístico, pero a nivel general no han llegado a la ocupación del año pasado. La montaña ha notado la reactivación de destinos internacionales. La Asociación de Empresas de la Jacetania apunta también a un descenso en el consumo por cliente. No en hostelería, pero sí en el resto de sectores. Marian Bandrés, presidenta de Acomseja , "yo creo que tenemos que revisar y afinar un poco el tiro de haciá que tipo de modelo de turismo queremos ir. No agotar el modelo que tenemos".
En destinos como el Valle del Aragón surgen voces que piden abrir el debate para adaptarse a un nuevo modelo turístico “más competitivo, que busque la excelencia por encima de la cantidad”.