La Copa como bálsamo y como obligación

Zaragoza

El Real Zaragoza, tras ahondar su crisis con la derrota del pasado sábado en Elche, cambia de competición con el único objetivo de cambiar a su vez la dinámica con una victoria y conseguir el pase para la siguiente ronda de la Copa del Rey.

Los futbolistas desplazados por Fran Escribá están concentrados desde el pasado viernes en Alicante para regresar al termino del encuentro copero. Unos días de trabajo y convivencia que para el técnico "sí que no está sirviendo, nos ha venido muy bien para estar juntos, centrarnos en los entrenamiento y preparar una semana muy importante como es esta".

El técnico valenciano sabe que solo les vale la victoria porque "lo sentimos como una obligación al ser nosotros un equipo de categoría superior y tenemos que salir a ganar desde el minuto uno y aunque sea poco, si ganamos mañana y ganamos jugando bien, ayudará a que el sábado nos encontremos mejor porque siempre ayuda a preparar mejor el partido cuando vienes de una victoria". Y es que el Real Zaragoza no puede alargar ni una jornada más una racha terrible que está poniendo en duda los objetivos marcados por el propio club.

Contra la SD Huesca el único resultado válido es la victoria. De hecho Escribá confía en que pueda ser "un punto de inflexión y que mejor ante un rival importante, muy cercano en cuanto a la rivalidad que hay, pero siendo muy importante estamos centrados en el de mañana".

Aunque el partido de la semana es el de liga con el conjunto aragonés atravesando una crisis que ha puesto ya todos los focos sobre un Fran Escribá que desde Fontcalent volvió a confirmar que se siente respaldado por Raúl Sanllehí y Juan Carlos Cordero porque "son conscientes que estamos en una posición que no queríamos pero piensan que el mismo cuerpo técnico que sumó los primeros 15 puntos es el mismo que ahora está fallando y tienen la confianza que la situación la vamos a revertir porque todos creemos, que en le momento que consigamos una victoria esto se revierte".

Más contundente fue el entrenador cuando dejó un mensaje en clave de futuro: "Me gustaría que tuviéramos más tranquilidad porque los proyectos y en segunda división se demuestran, la liga es muy larga e igual que no teníamos nada hecho antes no tenemos nada perdido ahora y los que creemos en el proyecto y somos muchos aunque hacemos menos ruido pero creemos mucho en el proyecto, estamos convencidos que cuando lleguen los momentos decisivos de la temporada estaremos arriba".

Además, el preparador blanquillo afronta el partido de Copa con "ambición y prudencia" y ve como clave principal "el no cometer errores como nos pasó el año pasado que nos pitaron un penalti y aunque estuvimos asediando la portería rival acabamos perdiendo la eliminatoria y fue por un error grave".

El equipo aragonés se medirá por un puesto en la segunda ronda frente al modesto Atzeneta, cuarto clasificado del grupo sexto de la Tercera Federación, la quinta categoría del fútbol español.

Para el club valenciano será el partido más importante de su historia, tal y como expresó su presidente Pepe Pérez en el programa SER Deportivos Aragón: "Nunca jamás habíamos jugado la Copa del Rey y encima jugar contra el Real Zaragoza es como si nos hubiera tocado un primera división". El máximo responsables del modesto club valencia no dudo en describir al Real Zaragoza como "un histórico del fútbol español y es algo impresionante poder jugar contra ellos".

El Real Zaragoza no debería tener demasiadas dificultades para eliminar al Atzeneta aunque el año pasado, en el estreno de Fran Escribá en el banquillo aragonés, cayó eliminado por el Diocesano, una sorpresa que quiere repetir el conjunto valenciano. "Evidentemente queremos dar la sorpresa pero la diferencia entre el Real Zaragoza y nosotros es bestial, tendría que salirnos el partido de nuestra vida y a ellos el más malo, pero la ilusión la tenemos".