36 años del atentado en la Casa Cuartel: "Ese día ví la crueldad en primera persona"
Autoridades políticas, víctimas y familiares del atentado en la Casa Cuartel de Zaragoza a manos de ETA han participado en un acto homenaje de recuerdo a esta tragedia
Zaragoza
Atanasio Ruiz, exguardia civil, tenía 42 años cuando vió su casa en aquel entonces reducirse a escombros. Estuvo desde las 6.00 de la mañana hasta las 7.00 de la tarde buscando a las víctimas de la explosión de la Casa Cuartel a manos de ETA. Hoy se siente afortunado de poder contarlo y de que su familia saliera ilesa, pero “ese día dejé atrás a muchos compañeros”, explicaba en el acto homenaje para recordar esta tragedia de hace 36 años en el que han participado miembros de la Asociación de Víctimas del Terrorismo en Aragón y autoridades políticas.
La cita se ha realizado, como cada año, en la plaza de la Esperanza, lugar donde se ubicaba este antiguo cuartel. Entre ellos estaba también estaba alguien que vivió este día como niña: Lucía Ruiz, familia de guardia civil y hoy la delegada en Aragón de la Asociación de Víctimas del Terrorismo. A lo largo de su vida sufrió en sus propias carnes el terrorismo otras dos veces. Carga con una herida que “no se cierra. He aprendido a vivir con ella, poco a poco”, señalaba.
Con ese mismo dolor carga Pascual Grasa. Fue el primero que vió el coche bomba frente al cuartel, en aquella gélida y fría madrugada del 11 de diciembre de 1987. Fueron dos segundos lo que tardó en dar la voz de alarma y que explotara el vehículo. Dos segundos convulsos que dieron paso al silencio y “en los que vi la crueldad. Por eso, pienso que los autores no merecen ningún tipo de perdón”, contaba en los micrófonos de la Cadena SER.
88 personas fueron víctimas de esta tragedia, de las que 11 perdieron la vida. Eran José Ballarín, Silvia Ballarín, Emilio Capilla, María Dolores Franco, Rocío Capilla, José Pino, Mari Carmen Fernández, Silvia Pino, Esther y Miriam Barrera y Ángel Alcaraz. 6 de ellos eran niños.