La consejera de Presidencia se compromete en la SER a financiar exhumaciones impulsadas por las Asociaciones Memorialistas

“La derogación de la Ley de Memoria Democrática de Aragón no ha sido una cesión del PP a VOX, aunque estuviese en el acuerdo de gobernabilidad”. Con estas palabras defendía la consejera de Presidencia del Gobierno de Aragón, Tomasa Hernández, en La Rebotica, el desmantelamiento de la norma que empezó el pasado 20 de noviembre, coincidiendo con la fecha de la muerte del dictador Francisco Franco.

Una Ley que ha calificado como “sectaria porque interpreta la historia y que salió adelante sin el consenso en las Cortes de Aragón”. Lo sustituyen por un Plan de Concordia más filosófico que concreto. Con todo, ha asegurado, “podemos estar de acuerdo en la necesidad de reconocer la dignidad de las víctimas, en que se pueden hacer exhumaciones, en recordar el pasado y saber qué ocurrió, pero no podemos estar de acuerdo en la interpretación de la historia”, añadía.

Por ahora no se ha reunido con las Asociaciones Memorialistas de Aragón porque, asegura, “no se lo han pedido, pero les abriré las puertas para que no estén intranquilos ante las exhumaciones”. En este punto, ha continuado, “tendrán ayuda del gobierno equiparable con la que han tenido hasta ahora”. También se ha pronunciado sobre las críticas que ha recibido por parte de los historiadores aragoneses tras derogar la ley. “Son más historiadores que constitucionalistas, no comparto su criterio” y ha añadido que “en las leyes, cuanta más carga ideológica tienen, más están llamadas a ser derogadas cuando hay cambios políticos en el gobierno”.

De lo que no ha querido mojarse es del Festival Periferias de Huesca que Vox consiguió eliminar a cambio de aprobar los presupuestos del PP en la capital oscense. Ha insistido en que “la cultura no debería tener sesgo político, aunque el pluralismo es bueno. Eso sí, no creo que la cultura debe tener una cortapisa ideológica”.