Los ciervos de la Ciudadela cumplen 50 años convertidos en emblema para Jaca

Jaca

Hace 50 años la idea de Fernando Rodríguez de utilizar el foso de la Ciudadela para criar ciervos tuvo una gran acogida por parte de las instituciones implicadas. Tanto el General de la Ciudadela, José Arana Larrañaga, como el alcalde de Jaca, Armando Abadía y los responsables del Instituto de Conservación de la Naturaleza (ICONA) se pusieron manos a la obra y adaptaron los fosos de esta fortaleza para la llegada de tres ciervos. Medio siglo después cientos de ciervos han nacido en el foso de la Ciudadela y se han convertido en un gran emblema, no sólo de la Ciudadela sino de toda la ciudad.

El consorcio del Castillo de San Pedro, que gestiona la Ciudadela, está preparando actividades para celebrarlo. No adelantan los detalles, pero sí que van a crear el Premio Ecociudadela para reconocer la labor de una persona en pro del medio natural en la zona, y también que instalarán una exposición permanente sobre la historia de los ciervos del foso.

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Ecociudadela, el proyecto con el que los ciervos ayudan a crear conciencia medioambiental

La cuenta pendiente que tenía el Consorcio de la Ciudadela con quienes tuvieron la idea de traer los ciervos a Jaca era crear un proyecto medioambiental. Hace siete años pusieron en marcha Ecociudadela, unas visitas que además de concienciar a los más pequeños, permiten acercarse a cuatro de estos ciervos, criados en cautividad y acostumbrados a la presencia humana. Cada año acuden a él unas 9000 personas. Familias y colegios de Aragón, Valencia, Madrid o Francia que viven una experiencia que no puede realizarse en ningún otro lugar, explica Roberto Banzo, encargado de este proyecto.

Además de un recurso turístico y de ocio, el programa Ecociudadela tiene el objetivo de concienciar a la ciudadanía sobre la problemática de los plásticos y el fomento de buenas prácticas medioambientales. No en vano, hace unos años uno de esos ciervos falleció y temen que fuese debido a la ingesta de plásticos que habían llegado como basura al foso en el que viven. Es uno de los argumentos que les sirve para concienciar a los más pequeños, el gran legado de este proyecto.

Viven en cautividad pero reproducen sus comportamientos naturales

En estos momentos hay en torno a 25 ciervos viviendo en el foso del Castillo de San Pedro. Cada día dos trabajadores de la Ciudadela se ocupan de llevarles comida y controlar sus necesidades. Allí se reproducen, pasan la época de la berrea y compiten entre machos.

El propio Roberto Banzo recordaba unas palabras dichas a la prensa local cuando llegaron los ciervos aquel 19 de marzo de 1974: "un menaje de paz en un recinto de guerra".