Caneto, el milagro inventado que sigue sin solución
Los 21 escolares de su espacio educativo siguen en un limbo tras la denuncia de los padres al cierre unilateral de Educación
Caneto
Acaba la semana de vuelta al cole tras el paréntesis navideño y lo hace sin solución para los 21 escolares de Caneto. Precisamente ayer llegaba al departamento de educación del gobierno la comunicación de la denuncia de los padres en el Tribunal Superior de Justicia de Aragón que han llevado el cierre de esta escuela no reconocida a los tribunales. Hemos estado en este pequeño núcleo rural del Sobrarbe.
Dos casas de madera dan vida a la escuela en un paisaje de postal y tras una carretera de curvas y desniveles imposibles. Los niños pintan dibujos en los que a sus protagonistas se les ha cerrado el colegio y un héroe llamado O'Chinebro les salva. Así se llama la Asociación que da vida a este proyecto educativo.
Los mayores han traducido a cuentos su propia historia, la situación de momento sin solución para su escuela, mientras en la cabaña de al lado los más pequeños, permanecen con su profesor más ajenos del limbo en el que parece haberse detenido su curso.
En total, 21 niños en una escuela que administrativamente nunca existió pero que tuvo profesores públicos de carne y hueso hasta el pasado noviembre cuando se decidió un cierre que sí existe, aunque no se haya producido pero que pone en jaque la apuesta vital de 14 familias.
Los 21 escolares continúan asistiendo a clase / Pilar Tardio
Como la de Eduard Jubert, un vecino del pueblo, que afirma que "Caneto es una luz dentro de la despoblación. En el Sobrarbe tenemos una media de 2 a 3 habitantes por kilómetro cuadrado".
En lugar de favorecer focos de repoblación como nosotros, gente joven y emprendedores para rehabilitar
Jubert vino de Barcelona con pareja e hijos. Lo hizo por amistad con otros que le precedieron y procedían de la zona. Tiene una empresa de turismo de aventura pero aquí hay de todo. Jubert lamenta que "no están favoreciendo focos de repoblación" como están haciendo ellos. Son "gente joven y emprendedora dispuesta a rehabilitar y vivir en el medio rural".
Peña es madre, trabajadora social de la comarca y ahora profesora ocasional. Vino de París con su marido ingeniero y quiere esta vida para sus hijos.
"Hacía tiempo que teníamos sobre la mesa la propuesta de venir y rehabilitar. Cuando empezó el proyecto de escuela y tuvimos nuestro primer hijo decidimos venir", explica esta vecina.
Pero lo idílico también tiene sus dificultades. En la escuela dos estufas de leña no homologadas, un sueño para pastos no urbanizable y sin pavimento como el resto del pueblo. Le han valido todos los informes desfavorables a la escuela, en sus vidas lidian también con otras dificultades.
Caneto se encuentra en la comarca del Sobrarbe / Pilar Tardio
"Es una apuesta, no es fácil. Veníamos de vivir de una gran ciudad, antes renunciábamos a otras cosas y viviendo aquí renunciamos a otras. Nos enfrentamos a retos y lo que supone vivir en Caneto en el que acaba la carretera o funcionas con luz solar o leña", continúa Peña.
El autobús se ha ido de vacío esta semana. La alternativa de acudir al colegio de Tierrantona por una complicada pista forestal no convence a los padres, que siguen esperanado una solución para la escolarización de los niños.
La DGA mantiene que el colegio nunca existió
El Gobierno de Aragón mantiene que el colegio de Caneto no se cerró porque nunca existió y que si la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón da la razón a los padres de este municipio acatará la resolución.
La DGA reitera que el centro educativo era ilegal y que no podían permitir que continuase por sus irregularidades.
"Ha existido un espacio educativo inventado, que no tenía ninguna regulación", explica Luis Mallada, director general de planificación, centros y FP.
Mallada defiende que lo primero que necesitan es que el terreno debe estar urbanizado y añadía estos requisitos.
Aula del centro educativo de Caneto / Pilar Tardio
"Cumple muy pocos requisitos por no decir ninguno. Tienen estufas de leña dentro de los aularios, algo peligroso y también tienen el recreo rodeado de vallas para animales", explica Mallada.
El director general defiende que los alumnos, hasta que se solucione lo necesario para la docencia en Caneto, tienen que ir a Tierrantona y que disponen de bus y comedor gratuito.