La protesta agrícola llega a la calle Mayor de Jaca
Un centenar de tractores, bocinas y esquilas para que “nuestra pasión siga siendo nuestro oficio”

Jaca
Cerca de un centenar de tractores cruzaban la arteria principal de Jaca para hacer visible su protesta. La tercera “marcha lenta” convocada al margen de sindicatos agrarios llegaba este martes a la calle Mayor, donde a las puertas del ayuntamiento leían un manifiesto acompañados de seis tractores y el sonido de las esquilas. Un manifiesto que reivindicaba “una PAC justa”, unos “eco-regímenes que tengan en cuenta la realidad de nuestra zona” o “un precio justo en origen y regularización de los precios de los insumos”, todo ello, acababa el manifiesto, porque “no queremos que el mundo rural se muera y deseamos que nuestra pasión siga siendo nuestro oficio”.

Agricultores frente a las puertas del ayuntamiento de Jaca, donde leían un manifiesto

Agricultores frente a las puertas del ayuntamiento de Jaca, donde leían un manifiesto
Ha habido presencia de agricultores de toda la comarca de la Jacetania, desde Sigües, Salvatierra, Canal de Berdún o y los pueblos más cercanos a Jaca; hasta otros del Alto Gállego como Javierrelatre o Biescas. También un grupo de ganaderos de Hecho y Aísa se sumaban con sus cencerros.
La organización, explican, ha sido apartidista y al margen de los sindicatos agrarios. En esta ocasión, a diferencia de las anteriores, sí se había comunicado a la subdelegación del Gobierno en Huesca y al ayuntamiento, explica Ismael Jarne, uno de los agricultores.
La tractorada comenzaba a las 12 horas en el parking de la antigua pista de hielo de Jaca para circular por la avenida Primer Viernes de Mayo hasta el Palacio de Congresos y la rotonda de los Danzantes, donde la larga fila de tractores giraba por la Escuela Militar hacia avenida Francia y acabar de nuevo junto a la pista de hielo. Allí, una representación de seis tractores guiaba al resto de manifestantes por la calle Mayor hasta el ayuntamiento, donde Javier Coduras leía un manifiesto.

Seis de los tractores llegaban a la calle Mayor, en una marcha comunicada a la policía y el ayuntamiento

Seis de los tractores llegaban a la calle Mayor, en una marcha comunicada a la policía y el ayuntamiento
Manifiesto:
El sector de la agricultura y la ganadería nunca ha sido un sector fácil: largas jornadas de trabajo, grandes inversiones, siempre lidiando con las inclemencias del tiempo, etc. Sin embargo, a pesar de las dificultades, en un momento de nuestras vidas decidimos dedicarnos a él continuando el legado de nuestras familias. Decidimos quedarnos en nuestros pueblos y hacer lo que habíamos mamado desde críos y más nos apasiona: criar ganado y cultivar la tierra.
Aunque las condiciones de nuestra comarca no son las más amables en cuanto a orografía del terreno se refiere o el tamaño medio de las explotaciones —más pequeñas que en otros territorios— nos podemos enorgullecer de otros aspectos positivos como los fértiles secanos que producen cosechas de gran calidad en años de bajas precipitaciones o las jugosas praderas naturales que alimentan a nuestro ganado.
No debemos olvidar que el sector agrario ha modelado el paisaje que hoy conocemos, que tanto gusta al turista que nos visita, y que sigue cuidándolo y manteniéndolo cumpliendo una función social y ambiental. Lamentablemente, el turismo se ha situado como un sector estratégico en nuestra región dejando de lado al sector primario y, en definitiva, al mundo rural.
Algunos dicen que “vivimos de la PAC” cuando, en el fondo, la ayuda que percibimos es tan solo una compensación a los bajos precios en origen que recibimos por nuestros productos, al alto coste de los insumos y una garantía para afrontar años de malas cosechas. Además de que, en muchos casos, los que la cobran no somos precisamente los que cultivamos la tierra.
Otros dicen que “contaminamos el medio ambiente” cuando lo que hacemos es emplear los recursos y tecnologías que tenemos a nuestra disposición de una forma racional y eficiente porque de ello dependen nuestras cosechas y nuestra economía.
Nos critican por usar maquinaria que cuesta miles de euros pero no dejan de ser nuestras herramientas de trabajo, necesarias para el manejo de las explotaciones; maquinaria que supone un gran esfuerzo económico a veces difícil de rentabilizar.
Desde la administración nos tratan casi como a “delincuentes”. Nos acribillan a inspecciones, notificaciones, nos ponen trabas a proyectos, nos dicen qué debemos hacer y qué no creando un clima de desconfianza siendo que, por norma general, nadie mejor que el propio agricultor o ganadero sabe lo que es mejor para su explotación gracias a su experiencia del día a día y a que la rentabilidad de su empresa depende de su buen hacer.
Por ello, nos hemos echado a la calle para manifestar nuestro malestar y desde aquí revindicamos:
- Una PAC justa y flexible con un pago digno y a tiempo que nos permita vivir de nuestro trabajo.
- Unos eco-regímenes y medidas que tengan en cuenta la realidad de nuestra zona.
- Una comunicación fluida con la administración que facilite nuestra labor y no se convierta en un lastre.
- Un precio justo en origen por nuestros productos y una regularización de los precios de los insumos.
- Permitir y priorizar el aprovechamiento de recursos como el agua que nace en nuestras tierras y tan solo nos permiten verla correr.
Porque no somos radicales ni nos abandera ningún partido político ni sindicato. Solo somos agricultores y ganaderos que no queremos que el mundo rural se muera y deseamos que nuestra pasión siga siendo nuestro oficio.

Cristina López Calvo
Redactora y locutora. Desde 2008 en la Cadena SER especializada en temas sanitarios y sociales para...




