Lorena Orduna constata que el Seminario está "devastado" y urge de "una obra faraónica"
Prevé mantener reuniones para, probablemente, realizar un plan director, buscar financiación y actuar de manera urgente para evitar que este punto patrimonial se caiga
Vídeo sobre el Seminario de Huesca
Huesca
"Máxima preocupación", "drama", "un problema grave", son algunas de las palabras que la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, ha utilizado para definir la situación crítica que atraviesa el Seminario de Huesca. Hoy ha visitado su interior, junto con la Plataforma en Defensa del Seminario. Ha comprobado que "el escenario ya no es el mismo que hace cinco años" porque su deterioro se ha agravado y "los catorce millones de euros que se estimaron necesarios para rehabilitarlo sería ya muy insuficientes".
Por ese motivo, desde el Ayuntamiento se prevé mantener las reuniones que sean necesarias con los principales agentes implicados en este punto patrimonial (Universidad de Zaragoza, Gobierno de Aragón y Plataforma en Defensa del Seminario) con el objetivo de plantear la realización de un plan director, buscar la financiación necesaria y actuar de manera urgente, especialmente en lo referente a la consolidación técnica y arquitectónica.
Como primera medida, con carácter inmediato, se va a elaborar un informe técnico sobre la situación del edificio con las medidas necesarias para consolidar las zonas más dañadas. Se trata de evitar mayores daños en un grupo de edificios de más de 10.000 metros cuadrados construidos y unos 3.000 metros cuadrados de cubiertas.
Ahora bien, continúa interpuesta por parte de la Plataforma en Defensa del Seminario una demanda judicial que bloquea cualquier tipo de actuación. La abogada de la entidad, Pilar Villellas, ha asegurado que solo la retirarán cuando el Ayuntamiento cumpla con su compromiso de firmar un acuerdo que garantice "la conservación integral del edificio", lo cual no impediría acometer obras de consolidación.
La alcaldesa ha recordado que se trata de una actuación muy importante para la ciudad, tanto por el valor del monumento en sí como por la necesidad de ponerlo en uso como condición necesaria para preservarlo. En esta situación, se hace necesario el concurso de otras administraciones para lograr la financiación necesaria.
