Sociedad

Fallece el sacerdote Luis García Torrecilla, archivero diocesano más de 35 años

Luis García Torrecilla, junto al hoy obispo de Teruel-Albarracín, José Antonio Satué

Huesca

Este jueves fallecía en Huesca a los 90 años, el reverendo Luis García Torrecilla, perteneciente a la Diócesis de Huesca. Responsable del Archivo Diocesano durante más de 35 años, también fue vicario general de la Diócesis, responsable de varias parroquias o consiliarios de Acción Católica. Su funeral se celebrará este sábado a las 11 de la mañana en la Catedral de Huesca. La capilla ardiente se abre este viernes a mediodía en la Residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.

Nacido en Zaragoza en 1933, fue el obispo de Huesca, Lino Rodrigo, quien envió a Luis García Torrecilla a estudiar Teología a la Universidad Pontificia de Salamanca, donde se ordenó sacerdote.

Ya en Huesca fue coadjutor de Damián Iguacen en la parroquia de San Lorenzo. Tras ello, rector del Seminario entre 1967 y 1971, Consiliario de grupos de los Movimientos de Acción Católica, primer párroco de la entonces nueva parroquia de la Encarnación, párroco de distintos pueblos, y finalmente párroco de San Lorenzo entre 1993 y 1998, donde fue vicario parroquial entre 2005 y 2007, y posteriormente capellán de las Hermanas de Santa Ana (Guardería San José) desde 2007.

El obispo Javier Osés lo nombró vicario general de la Diócesis, puesto que ocupó entre 1981 y 1989, donde impulso la “Asamblea Diocesana” de los años 80. Tras su relevo en este puesto, se incorporó al Archivo Diocesano en el que permaneció más de 35 años, hasta que el 30 de diciembre de 2021 dejó voluntariamente esta responsabilidad.

De esa época destacan sus ayudas a los investigadores en la localización de textos, en las traducciones del latín de los mismos, el reconocimiento de nombres ilegibles, las localizaciones de documentos para la genealogía familiar o para recuperar la historia de parroquias o pueblos, la insistencia en la petición de los duplicados a las parroquias, o los más de 700.000 datos de bautismos, matrimonios y defunciones de la Diócesis.

Se recuerda que se encontró con un archivo que era prácticamente un almacén de papeles y documentos, y todo fue ordenado, clasificado y recolocado.