Los nabateros de Sobrarbe realizan con habilidad y destreza un espectacular descenso por el río Cinca
Numeroso público seguía con atención el descenso en diversos tramos del recorrido, y sobre todo en el inicio en Laspuña y la llegada en Aínsa

Los nabateros de Sobarbe completaban un espectacular descenso. Foto: Asociación de Nabateros de Sobrarbe

Aínsa
La Asociación de Nabateros de Sobrarbe celebraba este domingo la 38 edición del descenso de nabatas por el río Cinca, entre las localidades de Laspuña y Aínsa.
Los nabateros, que descendían en tres nabatas de dos trampos, realizaban el descenso con habilidad y destreza. El buen caudal del río Cinca ayudaba a los nabateros que completaban un espectacular descenso, con las tres nabatas. Numeroso público seguía con atención el descenso en diversos tramos del recorrido, y sobre todo en el inicio en Laspuña y la llegada en Aínsa. La unión de los jóvenes nabateros con los veteranos destacaba en esta nueva edición del descenso de nabatas por el río Cinca.

Foto de familia de los nabateros. Foto: Asociación de Nabateros de Sobrarbe

Foto de familia de los nabateros. Foto: Asociación de Nabateros de Sobrarbe
El descenso de nabatas es una tradición que recuerda el antiguo oficio del transporte fluvial de la madera desde el Sobrarbe hasta la desembocadura del Ebro. La fiesta de las nabatas fue declarada por la DGA "Bien de Interés Cultural Inmaterial" y la Unesco declaraba el transporte fluvial de la madera como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
La Comarca de Sobrarbe fue el primer territorio aragonés que impulsó y consiguió que estas plataformas volvieran a descender por un río como homenaje a los antiguos nabateros. La recuperación de este antiguo oficio y el descenso por el río Cinca fue reconocido como “Fiesta de Interés Turístico” y “Bien de interés cultural inmaterial” por el Gobierno de Aragón.
Por su parte, la Unesco declaraba el transporte fluvial de la madera como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Las asociaciones de nabateros aragoneses se sumaban a la candidatura internacional que lideraba Polonia y en la que también estaban países como Austria, República Checa, Alemania y Letonia.

Ofrenda floral en el monumento nabatero de Laspuña. Foto: Asociación de Nabateros de Sobrarbe

Ofrenda floral en el monumento nabatero de Laspuña. Foto: Asociación de Nabateros de Sobrarbe
Para Sobrarbe el descenso es un gran acontecimiento turístico y social que se ha convertido en un fenómeno de masas. En el año 1941 tuvo lugar el último descenso nabatero profesional. La Asociación de Nabateros de Sobrarbe recuperó en 1984 esta tradición que este año cumple el 38 aniversario.
La tradición nabatera del Cinca, transporte de los troncos de madera por el río desde el Pirineo hasta Tortosa en el Mediterráneo, se remonta al SXVI época en la que ya se encuentran los primeros documentos escritos sobre esta peligrosa profesión.
Uno de los objetivos de los nabateros de Sobrarbe es rendir un merecido homenaje a sus antepasados y que sirva también como un abrazo de agradecimiento a todos los que se emocionan con lo que hoy es una fiesta y en su día fue un duro oficio.
Las Nabatas, hoy en día, se han convertido en un importante reclamo turístico en la comarca de Sobrarbe siendo numerosas las personas que durante el penúltimo domingo del mes de mayo vienen a disfrutar de la tradición, de la naturaleza y de nuestra reconocida gastronomía.
BREVE HISTORIA DE LAS NABATAS EN SOBRARBE
Las Nabatas se han convertido en un fenómeno de masas en la Comarca de Sobrarbe y constituye uno de los acontecimientos turísticos y sociales más importantes de la primavera.
La tradición nabatera del Cinca se remonta al S.XVI, época en la que encontramos los primeros testimonios de esta peligrosa profesión en localidades como Laspuña, Puyarruego y Escalona.
Este oficio no sufrió ninguna evolución con el paso de los años. La lentitud y peligrosidad de la labor junto con la llegada al valle de los primeros camiones de carbón y leña hicieron que se extinguiera esta forma tradicional de transporte. Por otra parte la regulación del Cinca y el Ebro, con la construcción de presas y pantanos hicieron inviable del todo este método de navegación.
La nabata es un antiguo de transporte de los troncos de madera de las zonas productoras de la montaña a las serrerías, situadas en las partes bajas de los valles. El trayecto iba desde el Pirineo hasta Tortosa en el Mediterráneo.

Espectacular imagen de la Peña Montañesa desde el río Cinca. Foto: Asociación de Nabateros de Sobrarbe

Espectacular imagen de la Peña Montañesa desde el río Cinca. Foto: Asociación de Nabateros de Sobrarbe
RECONOCIMIENTOS
La Unesco declaraba el transporte fluvial de la madera como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Las asociaciones de nabateros aragoneses se sumaban a la candidatura internacional que lideraba Polonia y en la que también estaban países como Austria, República Checa, Alemania y Letonia.
El departamento de Educación, Universidad, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón declaraba "Bien de interés cultural inmaterial" la cultura del transporte fluvial de la madera en Aragón. Se reconocía y protegía de esta forma una actividad tradicional que constituye una parte esencial del patrimonio etnológico aragonés y que sigue viva mediante la celebración anual de descensos de nabatas.
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