Sociedad

El escritor y guionista Óscar Sipán traza los vínculos entre Huesca y el séptimo arte a través de su historia

Ofreció una charla titulada “Teoría de los seis grados de separación: cómo llegar desde Huesca hasta Woody Allen”, en un Salón

Óscar Sipán durante su charla en el Salón Azul del Casino

Huesca

Uno de los protagonistas del domingo en el 52º Festival Internacional de Cine de Huesca fue el escritor y guionista Oscar Sipán. Fue el encargado de hacer un repaso cinematográfico por todos los vínculos cinematográficos y anécdotas que unen la capital altoaragonesa con el séptimo arte a través de la charla “Teoría de los seis grados de separación: cómo llegar desde Huesca hasta Woody Allen y otras curiosidades cinematográficas". “Los datos a mí me persiguen, me han perseguido a lo largo de mi vida, soy una especie de arqueólogo o chatarrero, padezco el Síndrome de Diógenes con datos, pero me gusta porque recientemente se ha descubierto a partir de la neurociencia que el cerebro se alimenta de glucosa y de historias, y las historias son mi vida, a veces me han dado la mano, aunque a veces no he podido atraparlas”, dijo en el arranque ante un nutrido público en el Salón Azul del Casino de Huesca.

Un video con escenas de películas vinculadas a Huesca como Valentina (1982), Tata mía (1986), Jamón, jamón (1992), Al otro lado del túnel (1994), Profundo Carmesí (1996), Que se mueran los feos (2010) y La próxima piel (2016) servía de aperitivo para este viaje en el tiempo y la historia.

En su charla, el escritor, laureado con diversos premios y reconocimientos, hizo un recuento de diversas producciones cinematográficas que se han relacionado con Huesca, como es el caso de Manhattan, de Woody Allen, una película donde el puente Queensboro tiene gran protagonismo y cuyo arquitecto es el valenciano Rafael Guastavino Moreno; un hombre que vivió en Almudévar e incluso elaboró un vino en esa zona que ganó premios internacionales.

También articuló una relación de Huesca con Ernest Hemingway, Premio Nobel de Literatura, quien tuvo un encuentro con Pío Baroja, candidato a ese galardón. El estadounidense estuvo viviendo en una pensión de la ciudad oscense y cuya hija, Mariel Hemingway, también forma parte del reparto de Manhattan.

El mexicano Arturo Ripstein, recibió en el marco del certamen el Premio Ciudad de Huesca (1995), "y debimos parecerle gente muy seria porque en su siguiente película, Profundo Carmesí, el protagonista dice en un momento dado de la película 'Soy de Huesca, gente seria'". Así Sipán hace un recuento de eventos que vinculan a la capital con Eva Perón, Steven Spielberg, Tom Hanks y Quentin Tarantino, entre otros.

Además de resaltar la importancia de destinar recursos a los rodajes cinematográficos, advirtió que “debemos invertir en cultura, el cerebro es un animal cultural y que nadie nos quite eso de la cabeza”.

 
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