Jorge Pueyo (CHA) propone que el Museo Cajal se ubique en Huesca
Ha presentado una iniciativa para que el nuevo museo que va a crearse en torno al Legado del Premio Nobel aragonés se instale en la capital altoaragonesa
Huesca
Jorge Pueyo, diputado de CHA por la coalición Sumar y portavoz de Cultura del Grupo Parlamentario Plurinacional SUMAR, ha anunciado, ante el antiguo Seminario de Huesca, la presentación de una proposición no de ley ante las Comisiones de Cultura y de Ciencia, Innovación y Universidades, en la que se “insta al Gobierno a valorar la ciudad de Huesca como ubicación para la creación del Museo Cajal donde se ponga en valor el Legado de D. Santiago Ramón y Cajal, dadas las innegables raíces altoaragonesas del Premio Nobel y en coherencia con el criterio del Gobierno de descentralización de los nuevos centros y equipamientos de titularidad estatal”.
Pueyo ha recordado que este mismo año está prevista la aprobación, a propuesta de los Ministerios de Ciencia y de Cultura, del real decreto por el que se creará el Museo Cajal, cuya inauguración definitiva está prevista para el año 2025. Será un museo estatal adscrito al Ministerio de Ciencia que se integrará en la Red de Museos de España, en el que se preservará el Legado Cajal, que fue declarado Memoria del Mundo por la UNESCO en 2017. También fue declarado Bien de Interés Cultural, con la categoría de bien mueble, el pasado 2 de abril por el Consejo de ministros. Está adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Y desde mayo de 2023 el Legado Cajal se encuentra depositado en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, donde está disponible para investigadores, exposiciones y divulgación, aunque lejos de la vista del público.
El legado de D. Santiago Ramón y Cajal, Premio Nobel de Medicina en 1906, custodiado por el Instituto Cajal del CSIC por su propia voluntad testamentaria, lo forman más de 28.000 objetos de tipo científico y técnico, como instrumental, material de laboratorio y placas histológicas con inscripciones de su puño y letra, además de dibujos —de valor excepcional, porque con ellos mostraba las complejas texturas del sistema nervioso—, publicaciones y un gran archivo fotográfico, así como diferentes enseres personales del científico, tal y como era la voluntad de sus descendientes: su silla y su mesa de trabajo y un grupo de objetos personales como sus últimas gafas, billetera, bastón y la toga de catedrático, además de condecoraciones, entre las que destaca el Premio Nobel en Fisiología y Medicina de 1906 y del Premio Helmholtz.
El diputado Jorge Pueyo ha recordado el interés que las instituciones y la sociedad oscenses siempre han mostrado por contar con un espacio museístico a partir del legado de Ramón y Cajal. Ya en 2017 se firmó entre el CSIC y el Ayuntamiento de Huesca un acuerdo marco para llevar a cabo actividades relacionadas con la promoción, recuperación, puesta en valor y difusión del legado de D. Santiago Ramón y Cajal, planteándose un espacio expositivo permanente sobre su figura, aunque nunca llegó a concretarse. Ahora, la decisión del Consejo de ministros de crear el Museo Cajal abre una nueva oportunidad.
“La ciudad de Huesca cuenta con distintas opciones para albergar el Legado Cajal”, ha señalado el parlamentario aragonesista. “No olvidemos que el Archivo Histórico Provincial de Huesca ya cuenta con los muebles personales de Ramón y Cajal, que su familia donó a Aragón para su exposición en Huesca: en concreto, su cama, un armario caoba, dos orejeros y algunos elementos más de ornamentación. Obviamente en el Archivo ya no hay espacio suficiente para acoger el Legado, pero hay dos ubicaciones que pueden ser adecuadas y que deberían ser estudiadas para decidir la ubicación definitiva. En todo caso son dos magníficas instalaciones de propiedad pública que están pendientes de que se decida su uso. Me refiero al antiguo edificio del Seminario de Huesca, de propiedad municipal, y a la capilla barroca desacralizada de la iglesia de Santa Rosa, aneja al Archivo Histórico Provincial y propiedad del Ministerio de Cultura”.
Raíces altoaragonesas y criterio descentralizador
Pueyo ha esgrimido dos razones fundamentales para amparar su propuesta:“El Gobierno de coalición progresista está aplicando el criterio de descentralización para los nuevos organismos o centros que se crean, no solo culturales, y puesto que son innegables las raíces aragonesas del Premio Nobel más relevante de la ciencia española, resulta razonable que los Ministerios competentes atiendan esta propuesta que estamos lanzando desde la ciudad de Huesca”. El diputado ha repasado la biografía de la infancia y adolescencia de Cajal: Hijo de Justo y Antonia, de la localidad de Larrés (municipio de Sabiñánigo), Santiago Ramón y Cajal nació en 1852 en Petilla de Aragón, enclave navarro ubicado en mitad de la comarca zaragozana de las Cinco Villas, donde su padre ejercía como médico. Durante su infancia recorrió distintas poblaciones aragonesas, que fueron sucesivos destinos profesionales de su padre: Larrés (1854), Luna (1855), Valpalmas (1856) y Ayerbe (1860). Precisamente, durante su estancia en Ayerbe, el pequeño Santiagué se apuntó a clases de dibujo y pintura con León Abadías, en Huesca, lo que le permitió desarrollar su capacidad para estas artes, que se muestra para la posteridad en sus excelentes gráficos del sistema nervioso. Cursó los estudios primarios con los Escolapios de Jaca y los de Bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de Huesca. Posteriormente estudió la carrera de Medicina en Zaragoza, donde toda su familia se trasladó en 1870.
“Huesca y Aragón con este centro expositivo permanente reivindicarían esta figura universal, en torno a la cual se podrían organizar exposiciones anuales con material original y se impulsaría la celebración de eventos científicos, como congresos, simposios, becas de investigación, tesis doctorales o reuniones científicas que podrían dar proyección internacional a Huesca dentro del panorama científico mundial, creando asimismo un eje museístico y expositivo en colaboración con el Ayuntamiento de Ayerbe y el Centro de Interpretación Ramón y Cajal ubicado en dicha localidad, donde Ramón y Cajal vivió su infancia durante ocho años”, concluyó Jorge Pueyo.