Un 85% de la Cuenca del Ebro sufrió sequía prolongada en 2023
Las subcuencas del Guadalope y el Huerva son actualmente el punto crítico
Zaragoza
La Confederación Hidrográfica del Ebro apura los tiempos para poder soltar agua embalsada y mejorar la situación de estos ríos. Carlos Arrazola, presidente de la CHE, aseguraba que "el Guadalope está en mala situación, eso ya es conocido. Dependiendo de lo que salga en las pruebas la situación seguirá siendo la prevista o puede mejorar parcialmente, pero yo calificaría la situación como mala; la cuenca del Matarraña, sin embargo, no se encuentra en la misma situación".
Lo explicaba tras la Comisión de la Sequía en la que se ha presentado el informe hidrológico del 2023. Un encuentro en el que han explicado que el 60% del regadío de la Cuenca del Ebro se efectúa de manera más tecnificada, que permite ahorrar agua: "Todo lo que sea tecnificación, digitalización, información rigurosa y estudios va a provocar que se saquen mejores cosechas y que se tenga mucha más garantía de éxito", afirmaba Arrazola.
Pero en un 40% todavía se continua con el método tradicional del riego por inundación. "Un 40% del riego a manta es más o menos el que tenemos ahora, un 20% menos que hace unos años. El riego a manta lo que supone es la inundación de los campos, mientras que el riego por precisión o riego por tubería es un riego a presión con unas dosis óptimas y determinadas para cada momento y para cada tipo de cultivo, por lo tanto el ahorro de agua es considerable".
Desde los años 80 ya es norma que cada 6 años se sufra una sequía que dure 2. Arrazola ha destacado como doble reto el hecho de tener que respetar el los valores ecológicos de los cauces, ya que es la primera sequía en la que han tenido que obedecer a los caudales ecológicos. Se espera que en el año 2100, la disponibilidad total de agua baje un 20%.