La supervivencia de los montes en Aragón tras un incendio forestal: repoblación, regeneración o erosión
La mitad de la superficie en Aragón es terreno forestal. Su recuperación después de un incendio depende de muchos factores: orografía, lluvias, causa del fuego o temperatura alcanzada. El grupo Geoforest, de la Universidad de Zaragoza, investiga cómo evolucionan en el tiempo tras las llamas
La supervivencia de los montes en Aragón tras un incendio forestal: repoblación, regeneración o erosión - Hora 14 Aragón (29/06/2024)
Zaragoza
La situación este verano es compleja en el Maestrazgo y Gúdar - Javalambre si se declara un incendio forestal. Hay preocupación en el operativo de extinción este verano por la falta de lluvias y humedad que arrastran estas comarcas de la provincia de Teruel. Un escenario que contrasta con otras zonas de la comunidad autónoma, como el Pirineo, donde permanece un mayor espesor de nieve y reservas de agua en los embalses que en otros inicios de verano.
Las temperaturas nos están dado un respiro este fin de semana y hoy, sábado, el índice de riesgos forestales pinta en verde toda la comunidad autónoma. Sin embargo, sin ir más lejos, estaban en alerta naranja ayer el valle del Ebro, los Somontanos Occidental, Oriental y Sur, las Muelas de Ebro de Zuera y Alcubierre. Al dispositivo de extinción de extinción de incendios le preocupa mucho la margen derecha del Ebro.
"En este momento, la margen derecha del Ebro, y especialmente las cuencas del Matarraña y el Guadalope no pueden regar; está la Confederación Hidrográfica del Ebro medidas extraordinarias para buscar agua y que puedan regar los melocotoneros de todo el Bajo Aragón para que no se pierdan los árboles" porque "la cosecha puede estar dañada pero los árboles todavía no, y sobre todo, en materia de incendios forestales la zona sur, de Gúdar - Javalambre y Maestrazgo no ha llovido y la situación es compleja", explicaba esta semana el consejero de Medio Ambiente, Manuel Blasco, en La Rebotica de Radio Zaragoza.
La mitad de la superficie en Aragón es de terreno forestal y el Gobierno de Aragón quiere incrementar los bosques, con 2 millones de árboles más en 4 años. "Se trata de seguir aumentando la masa forestal que, a su vez, también captura y elimina gases de efecto invernadero". 24 municipios ya han mostrado su interés.
Más de medio siglo y necromasa
Un buen número de ese 50% de la superficie de Aragón catalogada como forestal procede de repoblaciones que se realizaron en los años 50 y 60, que, sin embargo, no están convenientemente atendidas.
Lo alertan desde Geoforest, el grupo de investigación de espacios forestales del Instituto de Ciencias Ambientales de la Universidad de Zaragoza. Es un problema estructural, por el abandono de la actividad en los montes, la despoblación y el aumento de material combustible.
"Hay zonas muy complejas, como son las sierras exteriores del Prepirineo, la Sierra de Loarre; ahí hay masas muy continuas de 'pinus nigra' [pino negral] procedentes de repoblaciones de los años 50 y 60", explica uno de sus investigadores, Fernando Pérez Cabello. "Cuando uno se integra en estas formaciones arbóreas es fácil ver la gran cantidad de necromasa y de biomasa acumulada".
Los (nuevos) robles de La Guarguera
Geoforest también evalúa las reforestaciones que se realizan tras un incendio y cómo evolucionan los terrenos después de las llamas. No todos los montes tienen la misma capacidad de regeneración tras un incendio forestal. Entran en la ecuación numerosas variables, como la orografía, la diversidad de la vegetación o la causa del fuego y la temperatura alcanzada.
Un ejemplo, la Guarguera, en el alto Gállego (Huesca), con incendios a mediados de los años 80. "Lo que estamos viendo es que en algunas zonas la eliminación del pinar no natural está dando paso a un regenerado natural, con especies que son las genuinas, como quejigales, robledales, que sería la vegetación más característica de esta zona".
'Pinus halepensis' en Castejón de Valdejasa
Un fuego más reciente fue el que se inició por un accidente de tráfico en agosto de 2008 en Castejón de Valdejasa (Zaragoza) y que arrasó alrededor de 2.500 hectáreas.
Los montes de Zuera presentan una alta complejidad, un escenario de otros grandes incendios, como en 1986 y 1995, que han modelado sus ecosistemas. Quince años después del de 2008, la recuperación no ha sido homogénea.
"Lo que estamos observando es que hay zonas que se han regenerado bastante bien porque la vegetación que se vio afectada es 'pinus halepensis' [pino carrasco], que es una especie que tiene un sistema de adaptación al fuego tremendamente y efectivo, muy capaz de regenerarse rápidamente después del fuego y llegar a ser zonas que aparentemente, a los años (30 o 40), es difícil discernir en campo si ha habido un incendio o no", continúa Pérez Cabello. Esto, la cara. La cruz, el avance de la erosión, con terrenos que no se han regenerado.