Yolanda, víctima de la tormenta del 6 Julio: "Pensé que me moría"

Zaragoza

La imagen que se viralizó en las redes sociales de una mujer subida al capó de su coche y posteriormente arrastrada por la fuerza del agua, tiene un nombre, y es el de Yolanda.

Han pasado 12 meses desde entonces y todavía tiene el miedo en el cuerpo "cuando lleve o está negro como estos días, voy tensa en el coche". Sabe que lo tiene que superar al igual que poco a poco van mejorando sus heridas y las secuelas van desapareciendo. Estuvo ingresada del 6 de julio hasta el 8 de septiembre y ese día salí con muletas para unirse a un proceso de rehabilitación bastante largo aunque ya está trabajando.

Asegura "que los recuerdos de ese día no se me van a olvidar nunca, estuve a punto de morirme". Yolanda iba esa tarde con su marido en el coche, tanto empezó a subir el nivel del agua que salieron del coche y perdió a su marido. Arrastrada por la corriente, y "golpeada por algo, no se muy bien qué, me llevo al otro lado del tercer cinturón y esto me salvó la vida". Apenas, dice, fue un cuarto de hora pero se le hizo eterno y ya solo pensaba "que pase ya porque estaba sufriendo mucho".

Entre la pena y la alegría por poder contarlo, así es como se siente hoy su familia

Salvadores

En el equipo de salvadores están todos los cuerpos de seguridad, Policía Local y Bomberos, que trabajan sin descanso para intentar reconducir una situación que se desbordó en apenas unos minutos.

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Luis Muñoz subjefe de intervención del cuerpo de Bomberos, fue quien se encargó de dirigir todo el operativo. Como recuerda "por suerte nos pilló en el centro de salud de Torrero- La Paz, y desde allí teníamos una buena visibilidad de todo lo que estaba ocurriendo, para poder hacer una evaluación para solicitar los medios que se necesitaban y realizar los rescates".

Reconoce que de haber estado en otro lugar "hubiese sido imposible llegar porque la ciudad estaba colapsada". Lo que si tuvo claro desde el primer momento es de que "no se podía tocar el agua porque llevaba mucha fuerza" y era un peligro.

De hecho, gracias a los dos vehículos rurales que se pidieron "que son más altos" se pudieron hacer los rescates con más seguridad. Otra de las cosas que recuerda es la forma en la que se comportaron las víctimas ante esta situación "se mantuvieron en sus coches como pudieron hasta que nosotros llegamos". Apunta que las técnicas de rescate acuático que se conocen "eran muy complicadas practicarlas ese días".

Dice Luis que "he sido 15 años buceador de rescate, y no había vivido algo así" a esto añade que "lo que vi en mi ciudad fue algo muy sorprendente, tienes que mantener la cabeza fría para adoptar las mejores decisiones". Salvaron a más de 20 personas