Sociedad

El yacimiento del Museo Diocesano descubre restos arquitectónicos del siglo X

La excavación finaliza esta semana y los hallazgos confirman la riqueza del territorio oscense

Excavación del patio lateral del Museo Diocesano en Huesca / Mayo Prieto

Huesca

Esta semana finaliza la excavación del patio lateral del Museo Diocesano de Huesca. La Presidenta de la comarca de la Hoya, Mónica Soler, ha visitado el yacimiento para comprobar las tareas que se han llevado a cabo en la zona. La comarca lleva colaborando con la Diócesis de Huesca desde 2019 a través del área de Cultura y Patrimonio. Este año el equipo ha trabajado en un área diferente, la zona que podría ser el antiguo claustro y han encontrado elementos inesperados, como la cimentación de un edificio seguramente datado en el siglo X por la forma en la que están colocados los sillares.

"Esto nos muestra la riqueza del espacio que rodea la catedral. A lo mejor estás buscando el claustro románico, y no aparece el claustro pero sí encuentras un muro muchísimo más antiguo" dice la arqueóloga responsable de la excavación, Julia Justes. "Cuanto más descubrimos, las cosas no se aclaran sino que se hacen mucho más confusas". Hasta el momento calculan que han dado con restos pertenecientes a los siglos XI, XIV, XV y XVI en un espacio de 5 metros cuadrados. El equipo de arqueólogos reconoce que es complicado discernir o hacer una gradación de los hallazgos. En cuanto al mobiliario, el material todavía no ha sido procesado ni lavado, y se estudiará una vez se lleve el análisis de todos los elementos recuperados, cuando podrán hacer una valoración global de los resultados.

La Presidenta de la comarca recordaba la importancia de seguir financiando este tipo de proyectos: "animamos a otras administraciones puedan ayudarnos. La comarca tiene un presupuesto limitado, pero es importante seguir apostando por estos trabajos. Podrían salir a la luz descubrimientos muy importantes que se convertirían en elementos turísticos, culturales y patrimoniales de la ciudad de Huesca, y entre todos podemos conseguirlo".

El espacio de la catedral de Huesca es considerado muy singular dentro del arte español y muy rico a nivel histórico, ya que es un espacio no muy amplio en el que se encuentran restos desde el s. I a.C hasta casi el s. XX. "Cada etapa histórica ha aprovechado los restos de la etapa anterior y ha edificado sobre ella. Por eso este es un espacio tan singular y tan rico. Quizá no lo sea a nivel visual, pero lo es a nivel histórico. Este año es difícil sacar conclusiones todavía estamos cerrando la excavación. Ahora viene el periodo de reflexión, de unir los hallazgos en cada uno de los estratos y cada lugar en el que han aparecido. Estamos en un punto en el que cada año estamos más convencidos de lo que estamos haciendo, porque estamos recuperando páginas de la historia que estaban olvidadas. Creo que nuestro trabajo es fundamental para recuperar todo ese pasado que se había olvidado, y la arqueología es la que tiene la llave en este caso, porque los documentos llegan hasta cierto momento y muchas veces cuentan cosas que no nos interesan a nivel histórico. Aquí podemos tocar la historia en cada una de estas piedras", finalizaba la arqueóloga.

El equipo también está profundizando el estudio del interior de la casa de los canónigos, que fue su primer objetivo desde que empezaron las excavaciones.

Jóvenes realizando labores de excavación en el campo de trabajo veraniego

Jóvenes realizando labores de excavación en el campo de trabajo veraniego / Mayo Prieto

Además del valor histórico que aporta esta excavación, también contiene un valor social. En este yacimiento han participado jóvenes que forman parte de la colaboración de la Diócesis de Huesca, que realiza actividades de verano como este campo de trabajo. "El origen de este proyecto es que el trabajo de estos jóvenes los motivara a ellos y a otros que vieran su ejemplo. Que más del 50% de los participantes sean gente que llevan con nosotros cinco y seis años dice mucho del funcionamiento de este campo de trabajo. No solamente del trabajo que hacemos aquí, sino de la convivencia que hacen después en otros lugares. Estoy muy orgullosa de participar en este proyecto porque creo que les hemos enseñado otra forma de ver el pasado. Cuando organizamos charlas y conferencias, rara vez viene gente de menos de 40 años", asegura Julia Justes.