La sequía es extrema en el Bajo Aragón, Matarraña y Maestrazgo
La sequía que sufre el Bajo Aragón Histórico deja las primeras restricciones de agua de boca en el Matarraña y asfixia a varios municipios del Maestrazgo
Cuando la cosecha de cereal se acerca a su fin se espera que esta sea escasa, con la sequía como responsable de su baja producción. / JAVIER BELVER (EFE)
Teruel
La situación en las cuencas del Guadalope y el Matarraña está siendo crítica. Arens de Lledó ya corta el agua de boca por la noche y Cantavieja ya ha pedido ayuda a los bomberos. En la Cuenca del Matarraña el río Algars lleva meses bajo mínimos lo que ha obligado a Arens de Lledó a cortar el agua de boca entre las 11 y media de la noche y las 7 de la mañana. La situación se agrava también en el río Matarraña, con el embalse de Pena al 33% de su capacidad.
Una sequía sin precedentes también en el Maestrazgo. En Cantavieja, Mirambel o Tronchón, con los depósitos en mínimos históricos, se ha tomado la decisión de cortar el suministro a las granjas, mientras que se teme por el consumo de agua de boca, con una población que se triplica en verano. Roberto Rabaza alcalde de Tronchón, no recuerda una situación similar en la zona: "históricamente no ha sido una zona mala de agua, la gente no está muy preparada. Hay fuentes que se han secado este año, que no se habían secado en la vida".
En Mirambel llevan semanas con el corte del suministro a las granjas que se abastecen de un pozo de La Cuba. Todo ello a costa de los ganaderos. Desde el Ayuntamiento insisten en la necesidad de ayudas. Mari Carmen Soler, alcaldesa de Mirambel: "la gente joven, es muy difícil que con estas circunstancias se ponga a trabajar en el medio rural con ganadería, las instituciones tienen que estar ahí para ayudar y colaborar".
En Cantavieja la situación es crítica. Los dos manantiales están prácticamente secos, llevan semanas transportando agua para el ganado y las reservas actuales están en los 400.000 litros de una capacidad de almacenaje de 7 millones de litros. El alcalde mostró su preocupación mediante un artículo de opinión alertando de que el Maestrazgo “se muere de sed”.
En el Matarraña la campaña está asegurada para este ejercicio, pero no será sostenible el año que viene. Miguel Zurita, presidente de la Junta central del Matarraña: "el almacenamiento del Matarraña va a quedar, me atrevería a decir, en mínimos históricos".
Es por eso que claman por la regulación de las cuencas y por las balsas laterales pendientes de ejecución en el Algars, Tastavins y Val Figuera, que serán más necesarias que nunca en los próximos años
La Cuenca del Guadalope está “muy agotada” en palabras del presidente de la junta central, José Fernando Murria. Su unidad territorial se mantiene en situación de emergencia lo cual ha provocado, por ejemplo, que se coseche un melocotón mucho más pequeño.
