La Junta Central de Regantes del Matarraña aprobó el lunes implementar las primeras restricciones a determinados usos del agua.

Teruel

También se insta a los agricultores a mantener las acequias, brazales, azudes y regueros en perfectas condiciones para que no existan fugas de agua. De igual modo se pide segar la hierba en plantaciones de frutales y pasar el rulo en las ya labradas. También se recuerda la necesidad de establecer caballones cada 2.000 metros cuadrados. Miguel Zurita, presidente del Sindicato Central de Riegos del Matarraña: "hay que concienciar a la gente de que hay que hacer un buen uso del agua (...) posiblemente no lleguemos al final de campaña con estos recursos".

Pese a que son unas primeras medidas, la mayoría recomendatorias, desde la Junta de Regantes subrayan que la cuenca del Matarraña «debe afrontar el peor mes del año» ya que, explican, en agosto se multiplica la población en toda la cuenca y se dispara el consumo de agua. Estas medidas tienen valor aguas abajo del embalse de Pena, desde Valderrobres hasta la parte fayonense del Matarraña. Cabe recordar que el embalse de Pena continúa bajando de nivel y se encuentra a tan solo el 29% de su capacidad, con 5,2 hectómetros cúbicos de reserva. Actualmente la presa desembalsa un caudal de 0,9 metros cúbicos por segundo.

Alcalá de la Selva también vive una situación de sequía.

El municipio ya ha implantado restricciones en el uso del agua como la prohibición del riego de jardines y el llenado de piscinas. Tomaron esta decisión a raíz de la alerta que envió la Confederación Hidrográfica del Júcar en la que recomendaba reducir hasta un 20% el uso del agua por la falta de precipitaciones.

Una situación un tanto complicada por la llegada de veraneantes que suponen un gran aumento de la población del municipio durante los meses de verano.