Sociedad

"Hay tiempo para el paciente", Silvia Pérez, médica rural en el Centro de Salud de Albarracín

La cara B de la medicina en el ámbito rural es que faltan manos para la alta demanda del verano

Silvia Pérez, médica rural en el Centro de Salud de Albarracín

Zaragoza

La sanidad en el medio rural se resiente en verano la población aumenta y la falta de personal es más notable entre vacaciones y bajas. Es el caso del Centro de Salud de Albarracín, una cabecera que agrupa a unos 4.300 pacientes contando todos los pueblos de alrededor.

Más tiempo en carretera que atendiendo a los pacientes. Es lo que destaca Silvia Pérez, médica rural, de la atención sanitaria precaria en la comarca de Albarracín: "Además, en verano hay más gente, sube la demanda por lo típico de picaduras y catarros, o cosas más serias, que la gente cuando viene también puede tener urgencias. Si a eso le sumas que hay profesionales de vacaciones, que estamos la mitad de la plantilla - a veces hasta menos si hay alguna baja - si encima de atender tienes que ponerte a hacer kilómetros a veces la mañana no da. Hay veces que, de tantos pueblos que tienes que ver, te pegas más tiempo en la carretera que atendiendo a la gente; a mí ha habido días que me ha tocado por ejemplo estar en mis pueblos hasta mitad de la mañana, luego irme a otro cupo a pasar consulta también porque el compañero no estaba... y si hay alguna urgencia es que igual estás a una hora de distancia".

El itinerario de Silvia pasa por los pueblos de Noguera, Tramacastilla y Torres y su día a día es algo así: "Cada uno coge el coche, el suyo, y se va para sus pueblos. Hay gente que tiene un pueblo, que tiene dos, seis o siete... yo en mi caso llevo tres. Llegas, abres el ordenador - que tampoco son nuevos y algunos tienen hasta 20 años por lo que tardan en arrancar - pasas consulta, cierras, te vas a otro pueblo, repites... En verano suele haber más movimiento, pero a lo mejor en invierno no ves a nadie en todo el día", explica Pérez.

Aclara que la sanidad rural no vive su mejor momento, pero que ni los cierres de consultorios ni los agravios comparativos que, a su parecer, plantea el plan de fidelización de los MIR son soluciones dignas. "Si no has acabado ahora el MIR eso no lo tienes, entonces a lo mejor gente que haya acabado el año pasado o el anterior dice 'si yo por hacer el mismo trabajo me vas a dar menos, no trabajo aquí. Yo por ejemplo estoy haciendo este trabajo y a mí no me van a dar ninguna bonificación, a los compañeros que ya estamos nada y, sin embargo, a los que acaban ahora sí. Casi dan ganas de decir 'apáñate con los que acaban ahora' porque es un poco discriminatorio", asegura Silvia.

Aún así, esta médico rural incide en que lo más satisfactorio de su trabajo es poder mirar a los ojos a los pacientes más de 6 minutos: "A mí lo que más me gusta del medio rural es que hay tiempo para el paciente, cosa que en la ciudad con cupos de casi 2.000 personas - ahora lo han subido a 10 minutos por paciente, antes eran 6 - no te da tiempo más que a 'hola ¿Qué tal? ¿Qué te pasa? Hasta luego' y sin embargo en el medio rural tienes tiempo para hablar y muchas veces la atención primaria se trata de hablar con la gente, de conocerlos, de saber cómo viven...".

Actualmente de 3 de la tarde a 8 de la mañana hay 6 sanitarios en atención continuada entre Albarracín, Orihuela y Villar del Cobo.