Cerrar la puerta, evacuar a los afectados y llamar a los bomberos: las pautas a seguir en caso de un incendio en casa
Un suceso que ocurre en el día a día, pero que se ha de estar prevenido para que no llegue a nada grave
Zaragoza
Sofocar las llamas de un incendio en una casa o piso es algo que forma parte de la rutina de los bomberos por raro que parezca. Incidencias que en su gran mayoría no llegan a nada grave, pero que pueden llegar a serlo si no se actúa correctamente.
Ángel López, director de la Escuela Ciudadana de Prevención de Riesgos de Zaragoza, aclaraba a los micrófonos de la SER la importancia "de dejar de lado la intuición" y seguir las pautas recomendadas por los más profesionales, las cuales ejemplificaba: "En caso de encontrarse en la vivienda con un fuego que no se puede controlar, se debe cerrar la puerta donde este esté. De ahí se cogen las llaves de casa, se evacúan a los que estén en el lugar y una vez garantizada la seguridad de todos se llama a bomberos".
En cambio, si el incendio se ha declarado en la comunidad de vecinos o en un edificio cercano "no se debe salir de casa, cerrar la puerta y poner una toalla o un paño por debajo de la puerta para evitar que entre el humo", afirmaba López.
Aunque dependiendo de la altura del edificio la tarea puede complicarse
Todo esto es ya que ciertos vehículos de bomberos no llegan tan arriba por la extensión de sus escaleras para acceder a estos puntos. Depende de qué edificio se hable puede "poner dificultades a la hora de evacuarlo", por su ubicación, obstáculos de su alrededor u otros factores. López afirmaba que "hay un protocolo en estos casos para que nada les pille por sorpresa".
Unos aspectos restan mientras otros suman. Aquellas viviendas con piscinas pueden ser de gran utilidad ya que "el agua de estas puede ser utilizada para la extinción de un posible incendio", confirmaba el director. Esto hace que "la seguridad de estos edificios se multiplique con respecto a otros".
Desde la Escuela de Prevención no paran de instruir sobre cómo prevenir o actuar ante estos peligros, formando cada año a cientos de personas. Por ello López añadía que "la cultura de la seguridad debe estar más presente en el saber de la ciudadanía".