Las vacunas contra la "Lengua Azul" no llegarán previsiblemente hasta mediados de septiembre
Una falta de vacunas que extraña a los especialistas al tratarse de una enfermedad que ya cuenta con casos previos
Zaragoza
El Gobierno de Aragón continua trabajando para contener el foco de Lengua Azul que ha afectado, por el momento, a una explotación de ovino con casi 600 reproductoras en la localidad de Montanuy, comarca de Ribagorza. El principal síntoma de esta patología animal es la fiebre, además de la inflamación y cianosis de la lengua de los animales. Cuando surgen este tipo de focos, desde el Servicio de Sanidad Animal siguen un mismo protocolo de actuación. "Desde el punto de vista de la administración, lo que se hace si aparece un caso en una explotación, es que establecemos un radio de 10/15 kilómetros y hacemos un análisis estadístico de toma de muestras de las vacas nodrizas y de ovino que hay en el entorno, para ver si ha habido difusión del virus o no", explicaba Enrique Novales, jefe del Servicio de Sanidad Animal.
Tanto desde el Gobierno de Aragón como desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se está tratando de conseguir dosis de estas vacunas, pero no se prevé que estén antes de mediados de septiembre, algo que extraña a los especialistas. "A mi me extraña de verdad eso que están diciendo, porque me parece que hay dos o tres laboratorios que fabrican esa vacuna, es decir, que me extraña que no haya para vacunar a ese efectivo de animales", exponía Juan José Badiola, miembro del Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes de la Universidad de Zaragoza. Además, recuerdan que ante las medidas de contención y a pesar de no ser lo más probable, el mosquito transmisor puede seguir propagando la enfermedad. "El mosquito está ahí, además estos mosquitos tienen la propiedad de que pueden trasladarse a largas distancias. Es verdad que eso no es lo más probable, lo más probable es que sean los animales infectados los que son picados, y en cuanto un animal infectado es picado por uno de estos mosquitos, ese mosquito pica a otro animal sano y lo infecta", añadía Badiola.
Esta enfermedad que afecta principalmente a los ganados bovino y ovino, ya obligó en 2020 a vacunar a 150.000 reses en el entorno del municipio pirenaico de Broto.