Stellantis perderá casi 800 contratos por dejar de producir dos modelos de combustión

Zaragoza

El pasado 19 de julio, Stellantis dejó sin dos de sus modelos la línea 1 de producción: el Opel Crossland y el C3 Aircross que decidió cambiarlos de planta con todo lo que esto conlleva. Ya entonces empezó a no renovar contratos temporales en Figueruelas, a mujeres y hombres, mayoritariamente jóvenes que habían estado empleados en esta producción para la que llegaron a contratarse a más de 600, según datos de Comisiones Obreras. "Esto ha supuesto merma de producción y de 500 y 600 empleos, pero que pueden alcanzar los 700 o 800 en función de la capacidad que tenga la planta de aumentar su producción eléctrica", lo explica Ana Sánchez, responsable de la federación industrial en CCOO. Y es que la demanda del coche eléctrico todavía no tira lo suficiente de las ventas y la producción del Peugeot 208, también en la línea 1, y los nuevos modelos no cubren, de momento, el hueco que dejan el Crossland y el Aircross que han dejado Figueruelas. Está por ver también el efecto de todo esto en las auxiliares, de momento sin cuantificar.

Y esto trás Airtex y Bosal

Estos empleos no renovados se suman a los casi 300 que se perdieron con la deslocalización de Airtex y el cierre reciente de Bosal por decisión de la multinacional. Pero sin embargo, "estos trabajadores están siendo absorbidos por el mercado" cuenta Sánchez, y ninguna de estas compañías "ha actuado como ficha de dominó" o lo que es lo mismo, ha provocado ningún efecto contagio en las empresas auxiliares. Recordamos que 20 mil empleos se generan en estas compañías que nutren de piezas o servicios a las grandes marcas como Stellantis en Aragón.

Lo que sí ocurre es que estos trabajadores que se ven obligados a cambiar de empresa "no empiezan en la misma escala que estaban en sus anteriores compañías" denuncia Sánchez y acaba por "no corresponderse su experiencia y formación -que la tienen- con su salario". Comisiones Obreras reclama, por ello, el renovar las escalas salariales, en su mayoría pactadas en el 2008, momento de crisis, que no coincide con la situación actual.

Pero de todos estos temas se hablará y debatirá a partir de septiembre en el Observatorio del automóvil donde el gobierno, los sindicatos mayoritarios y el cluster del sector se han comprometido a abordar los asuntos más urgente para uno de los motores económicos de la comunidad.