Sociedad

Los libreros altoaragoneses piden al Gobierno aragonés que no haya retrasos en las ayudas de libros de texto

Aseguran que esta campaña es "clave" especialmente para la supervivencia de las librerías en el ámbito rural

Víctor Castillón, asociación provincial de Librerias

Huesca

El retraso del abono de las becas de libros de texto sigue preocupando a las librerías altoaragonesas. Desde la Asociación provincial del sector señalan que es un problema que se repite desde hace más de una década y, pese a las reivindicaciones en los últimos años, no se han adoptado medidas que palíen esta cuestión. El presidente de la entidad, Víctor Castillón, señala que "seguirán luchando" pero desconfía de que llegue a aportarse una solución definitiva.

"Ninguna esperanza". Así indica Castillón cuáles son las perspectivas del sector, que califica la situación como "triste y desalentadora". Algo especialmente grave, añade, para las librerías del ámbito rural que en muchos casos dependen de esta campaña para garantizar su viabilidad y pervivencia.

Este año, no obstante, se ha abonado la deuda que se mantenía pendiente con las librerías de la provincia de Huesca. El pasado mes de mayo se solventó la cuantía de hasta 2,4 millones de euros que se adeudaba a 176 establecimientos de este tipo. Ya advirtieron, no obstante, que hubo una tardanza de ocho meses en pagar, lo cual les parecía "inaceptable". Reivindicaban, de nuevo, que se ajuste el plazo de abonos tras trece años de retrasos porque constituye "una desigualdad territorial importante".

Está previsto, según indica Víctor Castillón, mantener reuniones este otoño para agilizar este tema, pero es cierto que "el programa de becas va decreciendo porque va aumentando el banco de libros", lo cual permite que "las becas no sumen tanta cantidad económica como en años anteriores".

En cualquier caso, a partir de esta semana es probable que se multiplique la falta de determinados libros de texto a causa de problemas logísticos, de volumen disponible de productos y una alta demanda, así como de la celebración de fiestas patronales en diversos municipios altoaragoneses que también pueden alterar la normalidad de determinados servicios. Las librerías tratan de anticiparse en la medida de lo posible a estas cuestiones pero no siempre es posible, por lo que Castillón recomienda a las familias que traten de agilizar lo máximo posible sus adquisiciones de libros para los cursos escolares teniendo en cuenta estos condicionantes.