Distintas actividades destacan en Huesca y Zaragoza los valores culturales, sociales y ambientales del cultivo del olivo
La jornada ‘Las oliveras y su papel frente al cambio climático’ se desarrolla este sábado en la localidad oscense de Biscarrués
Huesca
El cultivo del olivo, así como los valores y simbolismos que encarna en las culturas del Mediterráneo, toman protagonismo en los próximos días a través de distintos encuentros en localidades aragonesas. Biscarrués (Huesca), este sábado, y Aula Dei (Zaragoza), el martes, acogen estas citas que destacan -además de las productivas- las utilidades sociales y ambientales de este árbol, emblemático en un amplio territorio, social y culturalmente muy diverso, que va de Portugal a Siria y de Italia a Túnez.
La jornada ‘Las oliveras y su papel frente al cambio climático’ se desarrolla en la localidad altoaragonesa el día 21, organizada por el Ayuntamiento y la Escuela Politécnica Superior del Campus de Huesca, dentro de un ciclo sobre ciencia ciudadana ante el reto ambiental.
Este centro de Unizar, especializado en ciencias agrarias y ambientales, también participa, junto al International Centre for Advanced Mediterranean Agronomic Studies, CIHEAM, y la DPZ, en la jornada ‘El aceite de oliva para la paz y el desarrollo sostenible’, que tendrá lugar el 24 de septiembre, enlazando con el Día Internacional de la Paz.
Ambas actividades están abiertas al público. La primera, que tendrá como ponente al profesor de Agronomía del Campus oscense, José Casanova, se iniciará a las 16:15 horas. Para ella se pide realizar inscripción previa en el correo riogallego@gmail.com o en la página del Ayuntamiento de Biscarrués. La segunda, tendrá una primera parte en la mañana del martes, de 9 a 14 horas, que podrá seguirse presencialmente, en Aula Dei, o en línea; y otra solo presencial, por la tarde, a partir de las 17:30 horas, en la Diputación Provincial de Zaragoza. La inscripción en este caso ha de hacerse en la web del CIHEAM. Además de Casanova intervendrán en esta cita investigadores, productores, cooperantes internacionales y gestores de distintos países que cultivan olivo.
El profesor José Casanova, que se ha especializado en el estudio y manejo de este árbol y que ha desarrollado numerosas campañas de cooperación y formación agraria en Oriente Próximo, destaca la carga cultural y el conjunto de matices que encierra el olivo, “que le dan una dimensión social y simbólica que va mucho más allá de la de otros cultivos del área mediterránea”. Además, recuerda, en sus siglos de manejo agrario ha generado prácticas que hoy vuelven a reivindicarse como herramientas de “sostenibilidad” ambiental o como recursos frente al cambio climático. Sobre esta última cuestión centrará su intervención en la jornada de Biscarrués, donde repasarás la vocación de la agricultura más avanzada de contribuir a construir “ecosistemas” sostenibles en los entornos agrarios, o la intención de ser herramienta para el “secuestro de carbono”. Estas líneas, que se están generalizando –con la agricultura regenerativa o con las pautas de la PAC entre otras iniciativas- enlazan con la agricultura ecológica, pero también, señala Casanova, con prácticas tradicionales de cultivos como el del olivo.
Los proyectos de cooperación agraria en torno a la producción olivarera, con agricultores de distintos ámbitos culturales y religiosos de Líbano, en los que ha participado José Casanova, y en los que, en las últimas ediciones, tiene un papel clave el CIHEAM, motivan el encuentro de Zaragoza. El carácter como símbolo de paz de este arbol, sus significados para las religiones “del Libro”, las dinámicas de colaboración que en torno a este patrimonio común se generan entre gentes muy diversas o su utilidad como elemento de un desarrollo sostenible en distintos países convivirán en ese encuentro con sesiones técnicas en torno a su cultivo.
Las potencialidades del olivo van mucho más allá de la producción de aceite o el consumo de sus frutos, concluye José Casanova, resaltando el carácter “casi totémico” que tiene en los países mediterráneos. “Los olivos, durante siglos y siglos, no se arrancaban nunca” en estos países, recuerda, como prueba de ese especial valor que ha tenido y tiene para sus habitantes.