Personas mayores y con diversidad funcional del Sobrarbe disfrutan volando
El aeródromo de Coscojuela acogió la 2ª Jornada de Vuelo Adaptado
Huesca
Usuarios del Centro Ocupacional de Valentia en Boltaña y de la residencia de mayores comarcal La Solana, ubicada en Aínsa, sobrevolaron los paisajes de Sobrarbe este sábado. Se trataba de la 2ª Jornada de Vuelo Adaptado organizada por la escuela de vuelo Girolibre, cuya sede se encuentra en el aeródromo de Coscojuela de Sobrarbe, la Asociación Deportiva Pirineo Aragonés y el ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe.
Despegues y aterrizajes llenos de nervios, expectativas y sobrecogimiento, así como de emoción, sonrisas y agradecimientos, se sucedieron desde primeras horas de la mañana para ocho personas mayores de la residencia, que volaban por primera vez, así como para otras ocho procedentes de Valentia, algunas de ellas repetidoras tras las gratas sensaciones vividas en la edición anterior.
El objetivo de esta propuesta busca precisamente facilitar la experiencia de volar, “algo que debería poder hacer todo el mundo”, según el piloto, instructor y gerente de Girolibre Rafael García. “Supone un esfuerzo importante porque lo hacemos de manera altruista, pero nos genera un bienestar sin parangón y agradecemos la confianza”.
Cerca de veinte pilotos procedentes de Pamplona, Madrid, Zaragoza y Cataluña junto a tres locales, entre ellos el presidente comarcal José Manuel Bielsa Manzano, hicieron posible que los despegues fueran constantes, permitiendo no solo a los usuarios de dichos centros volar, sino también a los acompañantes que no quisieron perder la ocasión de sentir la emoción de ver desde el aire lugares como Latorrecilla, Guaso, Araguás, La Cabezonada, Aínsa, Arcusa, Boltaña, Jánovas o Torreciudad, sin perder de vista el pantano de Mediano.
Posteriormente disfrutaron de una comida en las instalaciones del aeródromo, cortesía del ayuntamiento y ofrecida por La Roulotte de Let de Saravillo.
“Gracias por la iniciativa, habéis cumplido el sueño de algunos residentes que nunca habían volado y para otros vivir la experiencia de volar sobre su comarca ha sido muy emocionante. Que la edad no sea barrera. Ell@s cuentan”, decía al final de la jornada Laura Castán, directora de la residencia La Solana. En los mismos términos intervenía el alcalde Enrique Pueyo, asegurando que es “una suerte que gracias a estas instalaciones y el buen hacer de sus responsables podamos disfrutar de días tan bonitos como el de hoy”.
En esta infraestructura, la propia escuela y el ayuntamiento de Aínsa realizan constantes labores de adecuación que son palpables año tras año. Las últimas actuaciones han consistido en la mejora de la pista de acceso desde el pueblo de Coscojuela, la adquisición de material, herramientas y mobiliario como una desbrozadora, una motosierra, una hidrolimpiadora, botiquines, extintores, mesas y sillas, la instalación de una decena de cámaras de vigilancia, un sistema de grabación de video vigilancia, reflectantes y señalización en la pista de aterrizaje o las reparaciones y el mantenimiento del entorno, tan necesarios para continuar dando un buen servicio a quienes acuden hasta este privilegiado lugar. El año pasado fueron 927 aeronaves, 212 más que en el año anterior.
“Entre los retos a futuro se encuentran el asfaltado de la pista de aterrizaje y la plataforma de estacionamiento, el marcado permanente de las señales de designación magnética y orientación de pista o la iluminación de la propia pista de aterrizaje”, destaca Pueyo. “Poco a poco estamos haciendo de este espacio un rincón de gran valor, ya apreciado por pilotos que llegan desde distintas partes del mundo. Y seguiremos colaborando con la escuela y con la asociación para consolidar y promocionar el aeródromo como la extraordinaria puerta de acceso al Sobrarbe que es”.