Arrancan los trabajos de la A-23 entre Lanave y Sabiñánigo

Acciona, en su día decidió renunciar a ejecutar los trabajos del tramo entre Lanave y Sabiñánigo y el Ministerio la adjudicó a Sacyr por 102,4 millones de euros (IVA incluido), 1,5 más que la anterior adjudicataria, su puja fue impecable en la valoración técnica. El plazo de ejecución es de 59 meses por lo que las primeras previsiones se van al año 2029 para estar en servicio. Lanave-Sabiñánigo Sur viene sufriendo desde hace años las consecuencias de un cuello de botella que se traduce habitualmente en retenciones de tráfico estacionales en la temporada de esquí, el verano , los festivos y fines de semana.

Cinco viaductos, un nuevo enlace en Ipiés y un semi-enlace en Sabiñánigo Sur

El nuevo tramo se inicia en el enlace de Lanave, ya construido, y tiene una longitud de 8,7 kilómetros entre dicho enlace y Sabiñánigo, conectando con un tramo de 2,5 kilómetros de autovía ya en servicio entre Sabiñánigo Sur y Sabiñánigo Este.

La actual carretera N-330 quedará como vía de servicio de la autovía en todo el tramo, lo que exige reponerla en varios puntos en los que interfiere con este tramo de la autovía a construir. El proyecto incluye la ejecución de un nuevo enlace en Ipiés y de un semi-enlace en “Sabiñánigo Sur”, al final del tramo. La velocidad de proyecto del tramo es de 120 km/h.

Las estructuras principales son dos viaductos sobre el río Gállego, de 270 y 183 metros, respectivamente, dos viaductos sobre el canal de Jabarrella, de 120 y 147 metros, y un viaducto sobre el barranco de Fanlo, de 69 metros de longitud. Además, se disponen cuatro pasos bajo la autovía, dos pasos superiores y hasta 920 metros de muros. Con estas obras, la permeabilidad transversal de la autovía queda garantizada.

Destacan en el proyecto las actuaciones de integración ambiental, con varios pasos de fauna, cerramiento perimetral, dispositivos de escape de fauna, delimitación y restauración de zonas afectadas por las obras, revegetaciones, plantaciones, gestión de residuos y programa de vigilancia ambiental.

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La variante de Sabiñánigo tras cuatro años de obras e importantes retrasos en su ejecución empieza a tomar forma

Sin fecha oficial de entrega (podría llegar a final de 2025 o principio de 2026) centra sus trabajos ahora en el “empalme” de la zona del desvió hacia Fiscal, el puente que salva la zona del paso hacia Latas y la parte de Cartirana. Se trata de un tramo de obras que se inicia en kilométrico 406 y termina en el 414 de la vía A-23. También se incluye un ramal de carretera en el desvío hacia el norte, que conecta con la N-260a entre los puntos kilométricos 515 y 516.

El contrato de esta obra se realizó el 29 de octubre de 2019 con un plazo de 40 meses por lo que debería haberse entregado en febrero de 2023. Estamos en octubre de 2024 y lleva acumulado un importante retraso y sin fecha oficial de entrega de la obra.

Se trata de un trazado de 8,6 km que se adjudicó por 78 millones a la UTE formada por Aldesa Construcciones y Rover y que se ha realizado modificados hasta llegar a los 98 millones de euros actuales. Esta obra estuvo paralizada ocho años y forma parte vital para evitar los atascos, junto al tramo de Lanave