Vivir con Covid persistente: de poder hacer todo a sufrir agotamiento extremo
A día de hoy 2.000 aragoneses están diagnosticados con esta patología
Alberto Gómez
Zaragoza
4 años después de la pandemia, aquello que parece lejano, que parece argumento para una película de ciencia ficción, no lo es. ¿Cómo es una vida con COVID persistente? Nerea Montes responde fácilmente a esta pregunta "supone perder tu salud, pasar de una vida en la que podías hacer todo tipo de actividades sin ningún tipo de limitación, a encontrar que prácticamente todos los días tienes algún síntoma, una sensación de agotamiento extremo, muchas limitaciones en tus capacidades y muchas veces nos vemos obligados a visitar distintos médicos buscando respuestas porque son síntomas que afectan a distintos sistemas y a día de hoy no hay tratamiento".
Una respuesta que no difiere mucho de la de Laura Lomba "son múltiples síntomas y a pesar de ello tienes que estar justificándote porque te ven bien pero por dentro no estás bien, estás muy cansado, tienes taquicardias, tienes migrañas cuando a lo mejor no las habías tenido nunca". Al final "es complicado" ese es el resumen, porque a pesar de que haya transcurrido tanto tiempo hoy tenemos 2.000 aragoneses que sufren COVID persistente, una cifra estimativa porque se sospecha que son mucho más, pudiendo llegar incluso a las 50.000 personas.
El edificio del Grupo San Valero, en la Plaza de Santa Cruz, acoge este viernes el primer encuentro dedicado a la enfermedad o a esta variante desde la pandemia. Unas jornadas que como explicaba Nerea son "una oportunidad para conocer todo lo que se está haciendo en investigación y para mejorar la asistencia sanitaria de estos pacientes que a día de hoy todavía tienen que ir a la deriva de especialista en especialista sin una asistencia integral". Y es que uno de los principales problemas es que como no existe un tratamiento " se va un poco a la deriva" De hecho, en muchas ocasiones "nos convertimos en conejillos de indias" con los estudios que se llevan a cabo, "esta semana me han sacado 12 tubos de sangre y piensas, por favor, que esto sirva para que investiguen y para que descubran qué está pasando".
Nerea se contagió por primera vez en la primera ola en abril de 2020 y Laura en 2022 cuando ya se había vacunado. En su caso fue inesperado porque "yo era asmática pero no llevaba ningún tipo de tratamiento para el asma porque no me impedía hacer una vida normal. A raíz de cogerlo sí que tenía cada mes y medio brote de asma, y me tocó usar corticoides, inhaladores, ..." . Después de aquello aún volvió a coger el covid y "llegaron los dolores musculares, articulares, migrañas que nunca había tenido, taquicardias, dolores de estómago".
Ante todo esto señala que sigue habiendo mucho desconocimiento de la enfermedad tanto a nivel sanitario como social porque "muchos no se creen lo que nos pasa". Y luego hay otro reto porque ante estos padecimientos muchos pacientes no pueden trabajar, pero no se está reconociendo esta situación como enfermedad profesional ni otorgando la incapacidad.
Como explica la internista del Royo Villanova, Esther del Corral," es una enfermedad ahora mismo que se diagnostica por criterios. La OMS dio una definición clara y dijo que la condición post COVID, es la persistencia de los síntomas más allá de 3 meses de haber pasado la infección aguda y no hay ahora mismo una prueba diagnóstica. Que diga si tienes post COVID o no lo tienes depende de eso".
Asegura que hay pocos estudios todavía, se sigue investigando, haciendo pruebas y ensayos clínicos para tratar de encontrar un fármaco que pueda paliar esta situación pero de momento sin éxito. Lo que sí han detectado es menos casos de COVID persistente si la persona se ha vacunado previamente, de ahí que se siga recomendando la vacunación.