Se cierra la Huesca dulce pensando ya en la segunda edición
Christian Escribá recibía el premio Vicente Ascaso a toda una trayectoria
Feria Huesca Dulce
Huesca
La primera edición de la Feria Dulce de Huesca ha cerrado sus puertas con un éxito de participación y ventas. Tanto los organizadores como el gremio de pasteleros de la provincia han señalado que se han superado todas las previsiones y lo han calificado como de “éxito”. En esta última jornada el protagonista lo tomaba el prestigioso pastelero y “tartista” Christian Escribá quien recibía el premio “Vicente Ascaso” a toda una trayectoria de cinco generaciones de pasteleros.
Desde el gremio de pasteleros se calificaba esta primera edición como todo un éxito en público y ventas. Una cita que en muchos casos superaba todas las expectativas programadas. Muestra de ello era que varias casetas tenían que cerrar sus puertas antes de hora o temporalmente al quedarse sin género o tener que acudir a los obradores a por más.
Ha sido un fin de semana “agotador pero muy agradecido” por como ha transcurrido pese al mal tiempo del viernes noche y mañana del sábado. Pero ha servido, apuntaban desde la asociación, para poner en valor uno de los grandes reclamos que tiene la provincia como es la gastronomía y especial del dulce.
Lorena Orduna, alcaldesa de Huesca
También se señalaba que la afluencia de turistas ha sido enorme durante este fin de semana gracias a todas las propuestas que se han realizado y promociones como “Territorios Mágicos” de la Cadena SER que han llenado los hoteles y hostales de la ciudad.
Reconocimiento a Christian Escribá
Uno de los nombres propios de la feria ha sido el del pastelero, aunque el prefiere llamarse “tartista” Christina Escribá que recibía el premio “Vicente Ascaso”. El pastero catalán era conocedor del gran potencial que tiene Huesca dentro del mundo de las pastelerías y agradecía mucho este premio.
Christian Escribá en Radio Huesca
Sobre Vicente Ascaso hablaba sobre su persona y como conjugaba muchas de las claves de la pastelería como es “la innovación, el inconformismo, pero teniendo como base de todo, la tradición”. Sobre el trabajo de Ascaso era gran conocedor y catador del Pastel Ruso introducido por su amigo Julio Luzán. Reconocía que cada vez que venía a Loporzano se marchaba con un ruso.
Escribá mantenía un dialogo con Luis Laiglesia en que desgravaba parte de su trayectoria, algunas de las claves de la pastelería y se mostraba agradecido de recibir este reconocimiento. Escribá se llevaba, además del cariño de la pastelería, una estatua creada por el artista oscense Isidro Ferrer.