¿Cuánto destina anualmente el Ayuntamiento a la limpieza de grafitis?

Zaragoza

Fachadas, elementos del mobiliario urbano y hasta el patrimonio de la ciudad se ven asaltados por rotuladores indelebles y pinturas muy difíciles de eliminar. Detrás, unos cuantos enemigos de la limpieza, el decoro y la educación. Cada día los servicios de limpieza de Zaragoza se enfrentan ante productos de complicada eliminación para quitar esos rastros, que como dice el Jefe de Servicio del Espacio Urbano y Gestión de Residuos del Ayuntamiento de Zaragoza, Ángel García Córdoba, "estas manifestaciones quedan muy lejos de ser un arte, simplemente es vandalismo, es un gamberrismo que hay que tratar de erradicar por todos los medios".

Suelen aparecer en zonas donde no hay mucho tránsito de personas, como puentes o parques, aunque determinadas organizaciones las hacen como reivindicación, y "en este caso, sí quedan a la vista del público mayoritario", afirma García Córdoba. También es grave cuando se atenta contra piezas patrimoniales o bienes de interés. Este tipo de actuaciones se complica si compromete a los monumentos nacionales porque estos edificios están sujetos a un protocolo de actuación determinado para que los medios que se usan para la limpieza no sean abrasivos sobre el material original. Esto ha ocurrido, por ejemplo, en la fachada del arzobispado de Zaragoza, para la cual hubo que solicitar permisos especiales para la intervención prolongando el tiempo de exposición del edificio a los elementos nocivos que las pinturas dejan en la fachada.

En lo que va de año se han realizado 225 actuaciones en toda la ciudad, casi una diaria, que lógicamente a veces no pueden eliminarse en una sola jornada de trabajo. Para todo este tipo de actuaciones, el Ayuntamiento de Zaragoza destinó en 2023 900.000 euros.