Un viaje en el tiempo. Es lo que muchos oscenses y visitantes han podido disfrutar durante este fin de semana en las calles céntricas de la capital altoaragonesa. Un mercado renacentista con 60 puestos de productos artesanos, del propio territorio y también de otras zonas de España, ha sido uno de los atractivos turísticos en estas fechas. A ello se han sumado actividades de dinamización social y cultural que han hecho las delicias tambiéndel público infantil y juvenil. Es el primer año que se instalaba esta iniciativa en la plaza Luis López Allué, calle Moya y plaza de San Pedro. Y saborear no solo productos del territorio, como por ejemplo la miel del valle de Tena, aceites de Oliva de distintos puntos del Alto Aragón, o quesos de proximidad, sino también productos de otras comunidades autónomas que han encontrado en esta cita una «gran recepción y acogida», según señalaban algunos de ellos. Entre las curiosidades, un puesto que asaba un cerdo al más puro estilo medieval. Es una de las curioridades pero había muchas otras en este mercado que hasta este domingo tenía además representaciones, danza, música en directo, pasacalles y recreaciones históricas, además de diversas actividades infantiles. Una iniciativa que se proponía incrementar el turismo en la ciudad en fechas señaladas como el puente festivo de Todos los Santos. Este mercado era una iniciativa para sumar atractivos en un puente festivo en el que la representación teatral de «El Sorteo», también conocida como Insaculación, se ha convertido en una tradición tras seis años celebrándose el 1 de noviembre.