Del "usar y tirar" a la circularidad de los materiales
El campus Río Ebro desarrolló una jornada sobre la necesidad de construir una cadena de valor sostenible desde el principio
Alberto Gómez
Zaragoza
Trabajar en la sostenibilidad ese es el principal objetivo para los próximos años. Para ello, muchos deberes encima de la mesa como la aventura de los nuevos combustibles y aprovechar todo lo que sobra, construir una cadena de valor sostenible desde el principio, innovar con el desarrollo de productos más sostenibles o por ejemplo la circularidad de los materiales.
En este aspecto como explica Nieves García, directora del título de experto de sostenibilidad de la Universidad de Zaragoza, es posible hablar de energía limpia y de la circularidad de los materiales aunque "son procesos lentos que llevan su tiempo". Asegura que "hemos dado un salto de las energías fósiles y ahora estamos dando el salto a las energías renovables", esto es lo que supone poner placas fotovoltaicas pero "tienen una vida útil y hay que reciclarlas, darles una segunda vida extrayendo todos los materiales para no utilizar otros nuevos en la producción de nuevas placas solares, y en eso estamos".
Todo esto implica cambiar el modelo económico tradicional al que estábamos acostumbrados y que está basado en el concepto de usar y tirar. Lo que ahora se propone "es un modelo totalmente distinto, que supone cerrar el círculo. Se trata de que estén lo máximo posible circulando dentro de ese sistema para no utilizar nuevos materiales y no tener que extraerlos de la naturaleza".
En esta energía verde, esta trabajando la empresa Ibersyd con la instalación de una planta de reciclaje de plantas fotovoltaicas en Teruel, en concreto en Albalate del Arzobispo. Su director general Jesús Alijarde Cavero insistía en la misma idea que Nieves García "el reto de la energías renovables es cerrar el círculo y que la el coste de los materiales de fabricación no sea permanentemente infinito, un reto tecnológico tremendamente importante porque estamos en medio de la transición energética y no podemos cometer el mismo error del pasado de los modelos económicos lineales".
Todo, sigue diciendo, supone "descentralizar el modelo energético, un desafío global que nosotros hemos tratado de abordarlo desde lo local". Esta empresa lleva trabajando desde 2.021 en esta idea con la recuperación, sobre todo el silicio, que es el elemento responsable del 50% de la huella de carbono de la fabricación de un panel fotovoltaico. "Hemos desarrollado un proceso productivo que es capaz de recuperar hasta el 96% de los materiales que componen este panel".
Estas placas "tienen una vida útil auditada de al menos 25 años". Apunta Alijarde que el problema "ya no es tanto la obsolescencia o el fin de vida útil, sino las roturas que se producen por el camino aunque sea un porcentaje mínimo". Con todo ello, se pretende llegar al año 2.050 a ser un país climáticamente neutro como exige la Unión Europea "todo pasa por el reciclaje, todo pasa por la reutilización, por el rehúso, por el ecodiseño, por intentar que los productos duren más, y sean reparables, que es otra de las características de la economía circular. Todo pasa por intentar que en los procesos productivos se incorporen nuevos productos lo menos posible".