Marina Gros, ecofeminista: "Nuestro futuro está afectado por decisiones que benefician a ciertas clases sociales y deja atrás a personas vulnerables"
Esta aragonesa, de Ecologistas en Acción, ha recibido el Premio Nacional de Juventud 2024
Marina Gros, ecofeminista: "Nuestro futuro está afectado por decisiones que benefician a ciertas clases sociales y deja atrás a personas vulnerables" - Hora 14 Aragón (17/11/2024)
Zaragoza
La DANA que ha asolado Valencia es solo un ejemplo de la preocupación de la generación más joven ante el cambio climático. "Nos ha dejado en 'shock' y no es más que el principio y no deja de ser una muestra de cómo los efectos climáticos extremos van a ser cada vez más virulentos y más frecuentes". Es la reflexión de Marina Gros, aragonesa de Ecologistas en Acción, que ha recibido recientemente el Premio Nacional de Juventud 2024. Un galardón que reconoce, entre otras cosas, su trabajo como integrante de la Plataforma en Defensa de las Montañas de Aragón y de la red Gas No Es Solución.
'Ecoansiedad' de los jóvenes
Esta ecofeminista reclama que se escuche la voz de los jóvenes y su papel, como han demostrado los cientos que han acudido a echar una mano como voluntarios en la tragedia de Valencia. Los efectos cada vez más extremos del cambio climático son la herencia que reciben y surge el concepto de 'ecoansiedad'. Gros apunta que "el nivel de incertidumbre, la vivencia, la 'ecoansiedad'; al final no deja de ser la impotencia que tenemos frente a un problema que no hemos causado nosotras y que, sin embargo, tenemos la voluntad de hacer todo lo que esté en nuestra mano para solucionarlo".
En este sentido, "al final, vemos que nuestro futuro está afectado por todas estas decisiones que han tomado las grandes empresas, los políticos para seguir continuando con un sistema económico que da beneficio a unas ciertas clases sociales pero que deja a muchas personas vulnerables atrás".
Mirada ecofeminista
La mirada de esta joven es la del ecofeminismo, "es un diálogo entre la ecología y los feminismos y lo que busca es poner el foco en salir de esa lógica de la dominación que llevamos impuesta en nuestro día a día". Defiende que es "aterrizar en la lógica de la necesidad del trabajo reproductivo, más allá del productivo, de la lógica de los cuidados, de entender que somos ecodependientes e interdependientes, que dependemos de los ecosistemas en los que vivimos pero también de las personas que tenemos alrededor".
De manera inmediata, apunta, "tenemos que reducir el uso de combustibles fósiles, las emisiones que están causando el cambio climático, pero también necesitamos poder adaptar nuestros hogares, nuestros municipios y nuestros territorios para poder sostener la vida en estas circunstancias que estamos viviendo". Una reflexión que coincide con la celebración de la Cumbre del Clima en Bakú, en Azerbaiyán, con una amplia representación, por cierto, de los lobbys de los combustibles fósiles.