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La cara invisible de los bebés prematuros: "Cuando me enteré, fue un jarro de agua fría"

En el marco del Día Mundial del Prematuro, la erlana Alba cuenta su experiencia como madre de una bebé prematura

La erlana Alba Guallar cuenta su experiencia como mamá de una bebé prematura

Este domingo, en el marco del Día Mundial del Prematuro, tuvimos la oportunidad de escuchar la emotiva historia de las erlanas Alba y su hija Emma. Emma nació en la semana 34 de gestación, por lo que fue una bebé prematura.

Alba fue diagnosticada con cuello uterino corto en la semana 20 de embarazo, lo que aumentaba significativamente el riesgo de un parto prematuro. "Fue como un jarro de agua fría", contaba la erlana, ya que hasta la semana 27, no era viable el nacimiento de su hija. Este diagnóstico trajo consigo una mezcla de preocupación y esperanza. “Eran metas cortitas”, recuerda Alba, mientras relataba cómo celebraba cada semana que lograba avanzar con Emma en su vientre.

La bebé prematura Emma con unas pocas horas de vida

La bebé prematura Emma con unas pocas horas de vida

Finalmente, Emma decidió llegar antes de tiempo, en la semana 34 y seis días, un momento que Alba describe como “una mezcla de miedo y emoción”. Afortunadamente, Emma pesó 2.100 gramos al nacer, lo que le permitió evitar la incubadora, aunque tuvo que permanecer un par de días en neonatos debido a la bilirrubina baja.

Este año, el lema del Día Mundial del Prematuro, “Acceso a atención de calidad en todas partes”, subraya la importancia de los cuidados especializados para bebés como Emma. Alba agradece profundamente la atención recibida en el hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde todo el personal les facilitó el proceso. “Podíamos acceder en cualquier momento a darle el biberón o lo que hiciera falta, siempre estuvieron atentos”, comentó.

Emma hace unos días

Emma hace unos días

Aunque Emma deberá seguir ciertos controles, Alba afirma que su pequeña está creciendo perfectamente y alcanzando los hitos de desarrollo para su edad corregida. La familia celebra con alegría cada avance y, sobre todo, la salud de su bebé.

En este Día Mundial del Prematuro, historias como la de Emma y Alba nos recuerdan la importancia de avanzar en cuidados neonatales accesibles y equitativos, así como el valor del apoyo emocional para las familias que atraviesan esta experiencia. La lucha de estos pequeños guerreros y sus familias nos inspira a trabajar por un futuro mejor para todos ellos.