El Punto Crítico, de Pepe Verón: “Hemos de acudir a la ciencia”

Zaragoza

Tras la espantosa DANA y su pésima gestión, lo principal todavía es atender a las víctimas, encontrar a los desaparecidos e ir devolviendo las zonas afectadas a cierta normalidad. En Aragón también sufrimos sus efectos y quizá no ha habido desgracias personales simplemente porque apenas hay gente en muchos de nuestros pueblos.

Cuanto antes, tenemos que trabajar para evitar que una desgracia similar vuelva a pasar. Aquí, además de tormentas torrenciales, podemos sufrir heladas y nevadas, y sabemos que los ríos como el Ebro pueden crecer de forma extraordinaria. Más allá de buscar culpables mientras todavía nos ciegan el dolor y el miedo, más allá de soluciones de urgencia que no pasan de ocurrencias bienintencionadas, hemos de acudir a la ciencia.

Haríamos bien en aprender de iniciativas en las que se viene trabajando en los últimos lustros como el proyecto Ebro Resilence y que indican que no existen las soluciones mágicas, sino que debemos aprender a adaptarnos y respetar los espacios del agua.

Quizá habría que pensar en modificar ese urbanismo que permitió viviendas o residencias de ancianos en zonas de inundación; quizá habría que reformar carreteras y autopistas que hacen de diques; quizá el abandono del medio rural haya convertido nuestros montes y ríos en polvorines de consecuencias imprevisibles; quizá habría que volver a mirar al cielo con el respeto con el que lo hacían nuestros abuelos. Quizá destruir los ríos no sea el camino, aunque algunos lo llamen eufemísticamente limpiar.