La empresa Jamones Albarracín da un ultimátum al Ayuntamiento de Teruel
La empresa afirma que o legalizan las nuevas balsas de depósito de agua y agilizan la licencia de actividad o tendrán que cerrar una de las plantas
TERUEL
En menos de un mes, la empresa Jamones Albarracín tendrá la necesidad de verter en las balsa nuevas construidas en las proximidades de Concud el agua con sal resultado del lavado de los jamones que secan posteriormente. La construcción se realizó sin licencia de obras porque urgía reparar las filtraciones que sufría la balsa que utilizaban en ese momento. La responsable de Jamones Albarracín mantiene que el agua que depositan en las balsas sólo lleva sal y, en todo caso, grasa. En estos momentos investigan diferentes tratamientos para evitar los malos olores que los vecinos del barrio de Concud denunciaron este verano. Uno de ellos con ozono que permitiría purificar el agua.
La alcaldesa de Teruel Emma Buj se ha mostrado contundente en su respuesta y afirma que si Jamones Albarracín hubiera pedido las licencias correspondientes antes de comenzar la actividad, no se habría producido este problema, sabiendo que no cumplen los parámetros que deben cumplir. Ha señalado que el Ayuntamiento tiene voluntad de que la empresa continúe su actividad, pero si la empresa no colabora, no se podrá llevar a cabo.
Jamones Albarracín comenzó a trabajar en Teruel en 2001. Desde entonces ha invertido 50 millones de euros y ha creado 153 trabajos.